En cierto momento, varias gotas de agua caen sobre mi rostro y al mirar hacia el firmamento observo que de nuevo, esta noche habrá tormenta y que no está dispuesta a esperar un segundo más, por lo que en cuestión de segundos, aquellas tenues gotas se convierten en un torrente que cae sobre nosotros.
Instintivamente, mi cuerpo se encoge porque no llevo más que un camisón y el agua rápidamente comienza a empaparme, pero en cierto momento él me cubre con su capa. Ese acto me toma por sorpresa, así que intento volverme hacia él para confirmar lo que ha hecho, pero con la única mano que me sostiene me obliga a mantener mi cuerpo quieto sobre su sitio y supongo que ese acto me paraliza, porque debe pensar que tal vez intento resistirme y temo que cada movimiento que haga, sea perjudicial para m
