La princesa, emocionada por ser la primera vez en un tiempo que puede compartir con una mujer, se adelanta hasta estar junto con Lilith, quien después de un par de horas de caminata decide adelantarse y darse algo de tiempo a solas. No es que ellos le resulten molestos, solo que al estar tanto tiempo valiéndose por sí misma le resulta extraño tener que socializar y depender de alguien más. Y esto último le trae controversia, porque le desagrada el sentir que necesita de otra persona. - ¿Tus heridas aun duelen? – pregunta preocupada la menor al notar como la rubia hace muecas mientras acaricia los vendajes que anteriormente le puso. Angelica toma su brazo para frenarla y hacer que hagan un tercer descanso en lo que va de día, pero se detiene cuando la contraria niega. - Están bien, solo