CAPÍTULO 9 —Te ves tan preciosa, hermana —le dice Leonard con cariño, se que en el fondo está hecho todo un manojo de sentimientos. —Gracias, hermanito. Tú no deberías estar aquí —le señala ella, con regaño en su melancólica voz quebrada. Él, tan despreocupado como es, se sonríe con calma y alza sus hombros relajado. —¿Y perderme el verlos a todos ustedes reunidos llorando ridículamente? Jamás, quiero que sepan que lo he grabado todo para lo vean el día que te divorcies de Logan y recordarles su felicidad… —Comenta con ironía, ganándose la reprimenda de nuestros padres y mis tías, la inevitable risa que se escapa de mí y que a la vez le deseo que sus palabras no se cumplan. Mi hermana está a punto de pegarle con un bouquet pero se lo quitan de las manos antes de que pueda arruinarlo—. B