Al terminar las compras regresaron a casa, el chófer los apoyo llevando unas bolsas hasta la cocina de Eliot y luego pidió permiso para retirarse, Alizeé se hizo a un lado para que saliera, ella le sonrió y él también lo hizo, el hombre de casi cincuenta años era amigable. Ella llevaba una pequeña bolsa en las manos con unas manzanas verdes que le habían parecido perfectas para comerlas en algún momento del día. Las compras no habían estado tan mal, si descartaba las caras de Eliot cuando ella tomaba algo y él le decía que eso no servía para cocinar, al menos consiguió llevarse las manzanas verdes en contra de la voluntad de Eliot. –Al final fueron muchas cosas –mencionó viendo las cuatro bolsas en la mesa. –Solo lo necesario para la semana –comentó Eliot empezando a sacar las cosa