Lo que Eliot no sabía era que la noche no había terminado, al llegar a su auto llamó a Barry para que se fuera. –Ya todo está hecho, puedes irte a tu casa –comentó sin esperar a que Barry le hablará. –Nadie se va a ninguna casa –le respondió Robert –. A la vuelta hay un centro jurídico, te esperamos ahí. La llamada se cortó y Eliot sabía que Barry al final terminó involucrando a Robert, no debió confiar en él porque conocía perfectamente el lugar que le había pedido que fuera, Elizabeth Pierce trabajaba ahí y él la estimaba demasiado para que viera esa parte de él, no le quedó opción más que mover su auto y conducir hasta el centro jurídico, por fuera se veía cerrado, sin luces, no entendió hasta que vio los dos autos estacionados, los reconoció en el momento, al bajar primero fue a