When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
Estupefacta, Carolina deja de comer su langosta, y le responde a Emmanuel: — Yo no me voy a casar por lo civil, yo sueño casándome por la Iglesia. Y ese sueño lo tengo desde niña. — Y lo vamos hacer, pero primero nos vamos a casar por lo civil. — ¿Por qué? La mesera le trae el pulpo a Emmanuel, quien le agradece, y luego mira a Carolina, y le expresa: — Yo sé que no te gusta la idea de casarte así, pero estoy pensando en no llamar tanto la atención de los medios… porque recientemente estuve casado, además, te estoy cuidando. — ¿De qué? — De algunos periodistas que te pueden acosar hasta el cansancio. — ¿Tú crees? — Claro, Ellos van a querer saber quién eres tú, de donde vienes, donde vives, en que trabajas, que comes, etc, etc, etc… ellos van a saber tanto de tu vi