Estupefacto, Piedro coge fuertemente de los dos hombros a Georgina, y le dice:
— Tu no me puedes hacer esto.
Georgina se queja bastante por el fuerte apretón. Cuando la policía sostiene a Piedro, diciéndole:
— Esa no es la manera de reclamarle a su mujer.
De inmediato, Georgina le dice al policía:
— Él no es nada mío.
— ¿Entonces que es para usted?
Piedro le responde al policía:
— Yo soy su representante y tengo derechos.
Georgina separa al frente de Piedro, y le expresa:
— ¿Derechos de qué? ¿De golpearme?
— Como se te ocurre, yo no haría eso.
Piedro le dice al policía que lo tiene sujetado:
— ¡Suélteme! Aquí no está pasando nada, yo necesito hablar con ella.
— Si no se calma, eso no va poder ser.
Georgina le expresa al policía y a los que están alrededor:
— ¡Suéltenlo! Pero no se alejen, voy a dejar algo muy con este sujeto, disque amigo de la familia.
De inmediato, el policía suelta a Piedro, y le expresa a Georgina:
— Si este señor la amenaza, no dude en informarnos.
— Claro que sí.
Piedro le dice al policía:
— No se preocupe oficial, y perdone mi mal comportamiento de hace unos momentos.
El policía lo queda mirando por unos cuantos segundos, y luego se reúne con los otros policías. Cuando Piedro le dice a Georgina:
— Reconsidera tu posición porque has firmado un acuerdo conmigo.
— Ya no quiero trabajar contigo.
— ¿Cómo es que te dejaste convencer por ese hombre? Yo te estoy ofreciendo un gran futuro.
— ¿Cuál futuro? Solo te quieres llenar tus bolsillos de dinero sin importar nada, pero no te preocupes por lo que firme, yo te voy a pagar todo.
— Esto se lo voy a decir a tus padres.
— Adelante, pero esto ya no va…
En el estudio, Mali lava el frente del establecimiento. Cuando ve llegar a Claudia junto a otra mujer, y dice en voz baja:
— ¡Uy no! ¿Otra vez esta?
Con una sonrisa agradable, Claudia saluda a Mali, diciéndole:
— Muy buenos días Mali.
— Buenas.
— ¿Tu jefe ya llego?
— ¡Mire! Acaba de llegar.
Claudia se da vuelta y ve llegar a Emmanuel en su vehículo. Cuando la modelo le dice al oído:
— ¡Es más guapo en persona!
— Por eso me encanta trabajar con él.
Emmanuel le dice a Claudia: y a la modelo:
— Muy buenos días.
Claudia le expresa a Emmanuel:
— ¡Uy! Parece que te levantaste muy feliz el día de hoy.
Emmanuel recuerda la gran noche que paso con Georgina, y dice:
— Algo así, bueno, ¿me imagino que vienen para que me ocupe inmortalizando a esta bella mujer?
La modelo se sonríe un poco. Cuando Claudia le responde a Emmanuel:
— Si, y también vengo a darte el contrato de tu vida.
— Uy, eso suena bien.
— Claro que sí.
— Entonces soy todo oídos.
— ¿Quieres que te diga aquí afuera?
— Ah, que descortés de mi parte, ¡sigan!
En ese instante, Claudia y la modelo entran al estudio. Cuando Emmanuel mira a Mali viendo muy mal a Claudia, y le dice:
— ¿Te pasa algo?
— No, nada.
— ¡Entremos!...
Emmanuel se da de cuenta del disgusto de Mali. Y se medio sonríe. Cuando le expresa a Claudia:
— Me tienes un poco intrigado.
Claudia coge las dos manos de Emmanuel, y le expresa:
— Te reserve una invitación a un gran evento que se va a realizar en el museo Picasso.
— ¿Y eso?
— Se va a presentar Pablo Moraus Dubois.
— Ah, el famoso pintor francés que está revolucionando el mundo del arte.
— El mismo, la presentación será el lunes. Y quiero que este conmigo en ese evento.
— No te aseguro nada.
Claudia ve a su amiga, y luego le dice a Emmanuel:
— No te veo muy animado con lo que te acabo de decir.
— En estos momentos estoy pensando en otras cosas…
En la noche, Emmanuel y Georgina caminan por la playa. Cuando Emmanuel le pregunta:
— ¿Por qué estas tan callada?
— Solo reordeno mis ideas.
— ¿Qué paso con Piedro?
— Bueno, de eso es que quería hablarte, de eso, y de otra cosa.
— Dime.
— He roto el contrato que tenía con Piedro, y ya no tengo que ver nada con el… soy libre.
— Eso quiere decir…
— Quiere decir que acepto tu propuesta. Para que seas tu quien me ayude en mi carrera.
— Bien, ¿eso quiere decir que también aceptas casarte conmigo?
— Todavía no, debes de hacer más para casarte conmigo.
— ¿Así?
— Si, lo que paso ayer fue un accidente. Y quiero que empecemos de nuevo.
Emmanuel se ríe bastante de la nueva actitud de Georgina, que le dice:
— Está bien.
— ¿Está bien qué?
— Que vamos a empezar de nuevo.
— ¡Haber! Te veo.
De inmediato, Emmanuel le da la mano a Georgina, y le expresa:
— Mucho gusto, Emmanuel Rodríguez.
Georgina se ríe de Emmanuel, y luego le dice:
— ¿Te creíste todo ese cuento?
Desconcertado, Emmanuel mira hacia el mar, y luego vuelve a mirar a Georgina, y le expresa:
— Salió a flote tu sentido del humor, además de modelo te gusta tomar del pelo.
Georgina pone su mano derecha en el hombro izquierdo de Emmanuel, y dice:
— Esta es la primera vez que conozco a alguien como tú.
Emmanuel abraza a Georgina, diciéndole:
— ¿Y cómo soy yo?
— Una persona que impacta a simple vista.
— Eso mismo diría yo de ti, eres impresionantemente de hermosa, y perfecta. Y me gustaría tenerte para siempre a mi lado.
Emmanuel le da un beso a Georgina, pero luego esta le dice:
— Me quedo sonando eso de perfecta.
— ¿Sí?
— Yo no soy perfecta.
— Lo eres para mí.
— Aun así, yo soy una mujer común y corriente.
— No seas modesta Georgina, ¡eres perfecta!
Emmanuel vuelve a besar a Georgina, y después le expresa:
— Tu mirada es como un oasis en el desierto… desearía a ver traído mi cámara para inmortalizar este gran momento.
— No necesitamos de eso para pasarla bien.
De inmediato, Georgina corre por la playa, y le grita a Emmanuel:
— ¡Alcánzame si puedes!
Emmanuel se sonríe y corre detrás de Georgina…
En ese instante, Emmanuel alcanza a Georgina y caen juntos al suelo. Y se divierten en la arena…
Horas después en el apartamento, Emmanuel y Georgina terminan de hacer el amor. Cuando Georgina dice:
— Acepto tu propuesta de matrimonio.
— Pensé que ibas a seguir resistiéndote.
Georgina se sonríe, y dice:
— Tendría que estar loca para no aceptar después de sentir lo que me hace sentir.
Emmanuel se sienta en la cama. Y le pregunta a Georgina:
— ¿Aceptas por amor o porque te puedo ayudar a triunfar?
Desconcertada, Georgina también se sienta en la cama, y le contesta:
— ¿En serio estas preguntando eso?
— Si, ¿qué tiene de malo? Solo quiero saber la verdad.
— La verdad es que me enamore de ti… no puedo creer que hayas preguntado eso después que tú me hicieras esa propuesta.
Emmanuel se sonríe. Cuando Georgina le dice:
— A mí esto no me causa risa, estas jugando con mis sentimientos.
Emmanuel abraza a Georgina, diciéndole:
— Solo estaba bromeando contigo, tú serás mi mujer.
— ¿Siempre has sido así de inseguro?
— No es inseguridad, te estaba probando.
— Pues te debo de decir que dejes de probarme, yo deje lo que me ofrecía Piedro por estar contigo. ¿Eso no te dice nada?
— Claro que sí, dejemos ese tema ahí, y pensemos en nuestro matrimonio… ¿qué te parece si nos casamos dentro de un mes?...
En la mañana siguiente, Georgina se levanta de la cama. Cuando Emmanuel se despierta, y le expresa:
— Hoy es domingo, quédate y te prometo que no te arrepentirás.
Georgina se da vuelta, y le responde:
— Quede en verme con Piedro hoy para darle o reconocerle lo que ha hecho por mí.
— ¿Hoy domingo?
— Si, hoy domingo.
Emmanuel le gusta el rostro sin maquillaje de Georgina, y le dice:
— Quiero tomarte una foto, así como estas.
— Adelante.
Emmanuel se levanta rápidamente de la cama y coge su cámara. Y le toma una bonita foto a Georgina, y luego le pregunta:
— ¿Y cuánto le debes?
— Mucho, pero no te preocupes, yo tengo para pagarle.
Emmanuel le da un beso a Georgina, diciéndole:
— ¿Dime cuanto le debes y ahora mismo te haré un cheque para que no tengas más deudas con ese hombre?
— Gracias Emmanuel, pero yo tengo para pagarle, a mí me ha ido muy bien modelando.
— Insisto, déjame que yo pague esa deuda, tú vas hacer mi futura esposa, y, por ende, es mi obligación.
Georgina mira a los ojos a Emmanuel, y le expresa:
— Está bien, acepto tu dinero, pero como préstamo.
— No, no, no, no es un regalo.
— Bueno, como quieras.
Rápidamente, Emmanuel encuentra su chequera y un lapicero, y le pregunta a Georgina:
— ¿Cuánto es que debes?...