Daven

Prólogo

Todos los derechos reservados.

Obra registrada bajo el número 2109099211484

Novela escrita por Maye Lyn V, exclusiva para Sueñovela y Dream.

Si aún no has leído “Me enamoré de un millonario” te recomiendo que lo hagas primero, ya que esta novela está ligada a esa.

Daven Meyers recientemente había tomado el control de la empresa de su padre, pero como toda persona joven, además del trabajo le encantaba divertirse, aunque siempre evitando ciertos riesgos.

A sus veinticinco años ya era el CEO de una muy importante empresa, pero eso no era algo nuevo para el. Siempre estuvo acostumbrado a tener responsabilidades. Su padre toda su vida lo había preparado para hacer ese trabajo, tomar su lugar en la empresa como el CEO y seguir los caminos de su padre.

Daven nunca se opuso a eso, de hecho, no podía ver su vida de otra manera. Era como él también la había visualizado.

Pero a veces todo le parecía aburrido, muy monótono y algo insípido. Necesitaba ese choque de adrenalina, pero no se trataba de alcohol, mujeres o drogas, Daven buscaba algo más apasionante, algo que lo hicieran sentir que caía, aún estando de pie o algo que hiciera a su corazón estallar de tanta emoción.

Algo... o tal vez alguien.

Sarah López, además de su belleza, tenía otros encantos. Solía y se deleitaba con jugar con los hombres, pero no solo el tipo de juegos sexuales, su mayor placer era poner al límite sus sentimientos, sentir cuando los tenía entre sus manos y de la nada los hacía explotar. Para ella las relaciones sentimentales no existían, creía que solo era una competencia del que pudiera tomar más del otro y en ese juego ella siempre ganaba.

Recientemente había terminado una relación y estaba en busca de otra presa a la cual cazar.

La primera vez que vio a Daven, supo que él sería el juguete perfecto. Podía sentirlo frágil y temblando, falto de experiencia y sin saber exactamente lo que quería, ¿quien mejor que ella para introducirlo en el mundo y luego soltar su mano de repente?

Nota: En esta historia no aparecen ni Alejandra ni Caín.