“…Mi cama no merece tu cuerpo, virgen como el Amazonas, mucho para un lobo cazador pero ideal para el amor…” Ricardo Arjona. **** La joven colgó la llamada, suspiró, y mordió sus labios, sabiendo que debía dar muchas explicaciones. —Si tu papá se entera, tengo dos opciones o me asesina o me manda preso —comentó Joaquín observando la cara de angustia que tenía la muchacha. María Paz tembló al tan solo imaginar lo que podría suceder si sus padres se enteraban de que estaba en la habitación de un hotel con Joaquín, sin embargo, ella estaba dispuesta a asumir las consecuencias de sus actos, por lo que regreso a la cama se sentó en frente de él, cruzó sus piernas tal como si fuera a meditar. —Me gustaría ser mayor de edad y no tener que darle cuentas de mi vida a nadie. —¿Vos creés qu