El chico se puso de pie de inmediato, se llevó las dos manos a la cabeza, contrariado. Ely lo observaba esperando una respuesta de su parte. —¿Vos estás segura? ¿Te reviso un médico? La muchacha tomó de la mesa de centro los exámenes, se los mostró al joven, no había ninguna duda. —Él tiene que saber que estás embarazada, es su hijo y debe hacerse responsable. La muchacha se puso de rodillas ante Joaquín. —¡Te suplico! ¡Te lo ruego!, él no puede saberlo... La vida de mi hijo corre peligro. La bruja me amenazó, mandó a asesinarme —confesó sintiendo su piel erizarse al recordar cómo alguien había delatado los planes de la bruja—. Tengo que esconderme, pero vos sabes que acá en Colombia, ellos me encontrarían. —Debes denunciarla —sugirió Joaquín respirando agitado, presionando sus puño