En las oficinas del Consorcio colombiano de café: Alma mía en New York, el detective le entregó a Carlos Mario, el informe acerca de la investigación de la vida de su hermano. En primer lugar, el joven se dio cuenta de que Joaquín, les había estado mintiendo durante algún tiempo, indicando boletas falsas de calificaciones. Notó que iba retrasado un año. —¡Este si es un pendejo! —Resopló Carlos; y prosiguió leyendo: lo que más le llamó la atención fue el acta de matrimonio de su hermano en Colombia, en el cual decía que estaba casado con Andrea Carmona. Sin embargo, el investigador no había podido dar con esa mujer. Lo que sí incluyó en el informe fue el acta de nacimiento de un niño cuyo nombre era Carlos Gabriel Duque Carmona. —¡Vaya el muy idiota de mi hermanito, le puso mi nombre a