“…En la cárcel de tu piel me retiene la pasión. Y por qué voy a negar que me encanta mi prisión…” Braulio. **** New York- Usa. Aquella tarde el joven Duque se hallaba en la casa de su amigo Santiago. No lograba concentrarse en las tareas porque María Paz lo había descubierto coqueteando con Angélica una compañera de clases. Justo cuando estaba por salir de la mansión Vidal, la llamada de su padre lo detuvo, luego de hablar con él un par de minutos Joaquín palideció. —¡Maldición! —gruñó el joven y le contó a Santy que su papá le había cancelado las tarjetas de crédito, aún sin poder creer eso salió en su auto y se detuvo en el primer cajero, cuando ingresó la clave, la tarjeta apareció bloqueada—. No puede ser —mencionó agitando su cabello, enseguida subió al vehículo y se fue al apar