El aire de las habitaciones que se enciende con el calor corporal, siempre se mantiene en diecisiete. Por lo que, en esta casa inteligente, no es necesario ordenarlo, si no que, esta analiza la temperatura corporal y ambiental, por lo que, de acuerdo con ello, programa el aire del lugar. Algo que en estos momentos, me preocupa, porque por las palabras de Pablo, creo que mi temperatura corporal aumentó y las partes de mi cuerpo frías por la humedad, han empezado a calentarse al punto que siento que en esta habitación hay fuego, un fuego s****l. — Pablo… — Paulina… — susurra Pablo tan cerca de mis labios que me molesta que no se toquen aunque sea levemente. — Yo no soy como las mujeres que estas acostumbradas a frecuentar. — murmuro y él pega más nuestros cuerpos al punto de hacerme gemi