Una semana después
Centrada en que no debo dejarme influenciar por algo que desconozco, decido ir al trabajo que desde mañana debía estar. No sabía mu has cosas de mi ‘profesión’ y por eso, me iba a acercar a la persona que sería parte del camuflaje. Porque eso era yo en un mundo de contadores, una infiltrada que intentaba camuflarse.
Respiro profundo y tomo de mi armario mi mejor ropa formal. No había estado interesada en ir de compras con todo lo que había pasado y por eso, alguien más se había hecho cargo, aunque mirando la ropa que tengo, debo aceptar que se ajusta a mis gusto.
Porque, aunque no me siento emocionalmente bien, sin saber el motivo, ver la ropa en mi cuerpo, me reconforta un poco. Por lo que, dando mi mejor sonrisa, avanzo rumbo a la puerta de mi habitación.
— Hoy va
