CAPÍTULO TRECE
Thor estaba parado con gesto triste al lado de sus hermanos de la Legión -Reece, Elden, O’Connor y Conven, junto con la otra docena de soldados de la Legión que sobrevivieron a la invasión de Andrónico- todos ellos en fila, sosteniendo antorchas. Por la noche, las festividades llegaban a su fin; estaban entre una gran multitud en la plaza de la ciudad, Gwen frente a ellos mientras un pesado silencio se apoderaba la multitud. Detrás de él se levantaba una inmensa hoguera funeraria. Era de tres metros y medio de altura y de treinta metros de ancho, y sobre ella estaban todas las valientes almas que habían sido asesinadas por los hombres de Andrónico.
Thor se había enterado con dolor, que entre ellos estaban su excomandante Kolk, junto con docenas de sus hermanos de la Legión
