Capítulo 10: un chico tan desafortunado, que el destino tuvo que abandonarlo.

1712 Words
Sin entenderlo. Helios, era manipulado por un hilo n***o invisible; que atravesaba su cabeza. Este hilo se había enraizado, en las partes del cerebro; encargadas de las decisiones, el logro personal, y el deseo de superación. Este apareció, después de que adquirirá su última habilidad. Forzándolo a cambiar su personalidad, y modo de pensar. Alineándolo, para que siguiera los carriles del destino; al que estaba condenado. De ahora en adelante. Las acciones de Helios, estarían controladas por este hilo; cual marioneta. Ese era castigo, que las diosas le habían dado. Sin embargo. Ni las diosas del destino, ni el dios de la causalidad; imaginaron, lo que ese día sucedería. Desanimado. El pobre Helios, se dejó derrotar. Y cayo, en un terrible estado de depresión. Por más que intentaba cambiar el destino, predicho por Atrofus ¡Nada parecía funcionarle! En cambio, estaba peor que al inicio ¡En qué estaba pensando! Era una simple clase D ¡Era imposible que pudiera cambiar algo! Estaba condenado a una vida sencilla y corta ¿Por qué pensó que podría conseguir algo más? ¡Era simplemente ilógico! El jamás, iba a ser el protagonista ¡Debió aceptarlo desde el principio! Esa es la razón, por la que fue rezado por Atrofus. No debió tratar de cambiar lo que era. No debió entrar en la secundaria militar. Y tampoco debió presentarse, al examen internacional académico. Conforme más avanzaba el tiempo. Helios, seguía atormentándose a sí mismo. Forzado por el hilo, para destruir su confianza. No obstante, como habido ex jugador. Su mente no era común. Entendía que las dificultades, y tropiezos; nos hacían crecer. Por lo que después de un rato, dejo de culparse así mismo. Provocando que el hilo, lo acatara con más fuerza. Tratando de sumirlo, nuevamente en la depresión. Consiguiendo, que su ánimo volviera a decaer. Pero no como antes. Aun así, no volvería a ser el mismo. La determinación que tenía en sus ojos, había desaparecido. Ahora solo se preocupaba por vivir un vida modesta y tranquila. Pese a todo, una idea atormentaba su mente. Qué habría pasado, si su nueva habilidad; hubiera estado enfocada en el combate. Y después de pensarlo un momento. Sintió que no todo estaba perdido. Con el dinero que tenía, podía comprar una habilidad de combate clase D. He instantáneamente, el hilo volvió a cambiar su pensamiento. Helios, era demasiado problemático. Si bien el hilo podía modificara su comportamiento, y aspiraciones. No podía evitar, que tuviera ideas. Ya que las ideas, eran conceptos abstractos; difíciles de controlar. Una idea podría aparecer o, no; como el gato de schrödinguer. Eso no lo controlaba el destino. El problema, para el hilo n***o. Es que por más que trataba de cambiar la línea de pensamiento, de Helios. Para que olvidara su idea. Este más se aferraba a ella. Planteando, como lograría sacar el potencial de la habilidad “D por 3”. Lo que hiso que, con su basto conocimiento. Comenzará a generar más ideas; como un efecto, bola de nieve. Lo peor, era que si una de esas ideas lograba concretarse. Había una ligera posibilidad, de modificar su destino; aunque fuera solo un poco ¡Y eso estaba mal! La misión del hilo, era manipularlo; para que no alterara, el orden natural de las cosas. De la nada. El hilo, que tenía un ligero rastro de conciencia. Sembró una nueva idea, en la mente de Helios. Entendía, que si lograba que Helios; desperdiciara la habilidad. Dejaría de pensar, en esas ideas peligrosas. Por lo que lo forzó, a utilizarla; con una de las habilidades que ya tenía. Provocando, que este meditara. Sobre que habilidad, sería la correcta. Para terminar, concluyendo. Que lo mejor, era comprar una habilidad nueva; antes de malgastar esa oportunidad. Obligando al hilo, a tomar medidas drásticas. Forzando, un control más pesado sobre Helios. Esta vez, fue directo. Haciendo que utilizara la habilidad, con la que consideró que causaría menos problemas. Que no era otra, que “7 desafortunado” Cabe aclarar, que el hilo n***o; tenían un ligero rastro de conciencia, hecho por el dios de la causalidad. Sin embargo, esta conciencia no era perfecta. El dios de la causalidad, solo pudo crear una conciencia; equivalente a un niño de diez años. Sin embargo, eso era suficiente para cumplir su tarea. Que no era otra, que evitar que las personas escaparan de su destino. Forzándolos a encarrilarse, cuando esto era necesario. Esta conciencia solo seguía ordenes, y actuaba instintivamente; siguiendo los cálculos del destino, en el telar del tiempo. Por lo que la conciencia, no era para nada inteligente. Y desconocía, como funcionaba el telar del destino. De haber sabido. Jamás hubiera obligado a Halios, a tomar esa decisión. - “D por 3” vinculado a “7 Desafortunado”- de la nada, un rayo de luz; en forma de cadena. Salió disparado del grimorio. De la paginas, donde se encontraba la habilidad “D por 3”. Para luego, el rayo de luz. Atravesar la paginas, con la habilidad “7 Desafortunado”. A continuación. Los efectos de esta última habilidad, se multiplicaron por 3. Teniendo ahora, -20 de suerte. En ese momento, el telar del destino. Tembló, asustando a las diosas. El telar, era una herramienta; creada por el dios de la causalidad. Que tomaba los valores de la suerte, que iban de -10 a 10. Para controlar el destino de los mortales; a través del ábaco, el gancho y las tijeras. No obstante. En ese momento, apareció un mortal; con el valor de -20. Lo que, sobrepaso. Las capacidades de control del telar. Provocando, que este comenzara a agrietarse. Producto, de intentar contener un hilo; con una suerte de -20. Por si esto fuera poco. El hilo de Helios; comenzó a arder al rojo vivo, en el telar. Asustando aún más a las diosas ¡Quienes no comprendía, que estaba sucediendo! Hacia un segundo, habían controlado la situación. Y ahora, todo estaba sumido en el caos. - ¡Enea, que está pasando! - grito Enid, asustad. -No lo se. Esto nunca había pasado antes- aclaro, ante la inverosímil escena. - ¡Es ese maldito hilo! - soltó Enora, mirando el hilo ardiente en el telar. -Pero se suponía, que usamos el hilo n***o. Para evitar, que cosas como esta sucedieran- expreso Enid; mirando, como el telar se agrietaba. -Tenemos que hacer algos ¡Si esto sigue así, el telar se romperá! – Enora, veía temblar el telar; con más intensidad. - ¡Enea ¿Qué hacemos? – la más joven de las hermanas; poso su mirada, en la hermana principal. -No lo se. Estoy tratando de calcular con el ábaco, pero tampoco está funcionando correctamente- Al igual que el telar. El ábaco, estaba desorientado. No podía calcular, el destino de Helios. - ¡Tenemos que hacer algo ya o, perderemos el telar! - Enora, intento mover el hilo con su gancho. Pero al contacto; el calor, casi lo quema. Por lo que tuvo que desistir. Y de la nada, una idea vino a su mente. -Enid ¡córtalo! – -Pero si hago eso, la persona morirá. Y no podemos hacer eso. Recuerda que papa dijo, que no podemos intervenir directamente- señalo la hermana menor. - ¡Eso, ya no importa! El telar se romperá. Y las tres estaremos en muchos problemas, cuando papa regrese- -…- no muy segura, de la orden. Enid, miro a Enea. -Hazlo…- soltó Enea. Al no haber otra alternativa. Intervenir directamente, era la mejor opción. Al tener, la autorización de Enea. Enid, se sintió mucho mas tranquila. Y obedeciendo, ambas hermanas. Tomo sus tijeras. Cortando el hilo de Helios; junto con el hilo n***o, y el resto de hilos ligados a él. Para su sorpresa. Ocurrió, un extraño fenómeno. Todos los hilos, con excepción del de helios; fueron cortados. Generando estupefacción, entre las tres hermanas. Que no sabían, que más hacer; para solucionar el problema. Todos los hilos, vinculado a Helios; habían desaparecido ¡Pero su hilo de vida, seguía existiendo! Eso, no tenía precedentes ¡Era simplemente, inaudito! ¡¿Qué se suponía que iban a hacer ahora! Una a una, más grietas se hicieron en el telar. Atemorizando a las diosas. Si no hacían nada, el destino de todos los mortales ¡se rompería! Y su padre, les había advertido ¡Que eso, jamás debía suceder! - ¡Las tijeras de la divinidad! - Grito Enit, como última alternativa. - ¡¿Acaso estas, loca?! No hay nuevos dioses, desde hace siglos. Además, él no está destinado a serlo. Mucho menos, cumple con los requisitos. Para que usemos las tijeras en el- A Enora, le pareció absurda la idea de su hermana menor. -No. Enit, tiene razón- expresó, Enea. - ¿De qué hablas, Enea? ¡Acaso estas contentando, esa ridícula idea! – -Enora. Tú y yo sabemos. Que el telar del tiempo, controla el destino de los mortales. No el de los dioses. Si usamos las tijeras en él. Su hilo de vida, dejara el telar. Esa es la mejor opción, que tenemos. De lo contario, el telar se dañará. Y el único que puede repararlo, es papa. Pero ninguna de las tres, sabe cuándo regresara- - ¿Y si no funciona? - Pregunto Enora, escéptica. -Creo que no debo responderte, lo que nos pasara a las tres ¿o sí? – -No…- -Para esto, necesitaré su ayuda- -Bien- ambas hermanas, respondieron al unisonó. En ese momento. Las tres hermanas, se fusionaron en una sola entidad. Y realizando, un ligero silbido. Abrió una g****a dimensional; sobre su cabeza. Del interior de esta, surgieron unas tijeras doradas. Las cuales volaron a su alrededor. Para luego detenerse, posándose frente a ella. A continuación. Ella tomo las tijeras firmemente; acercándose al telar. Procediendo a cortar con delicadeza, el hilo de vida de Helios. El cual, después de ser cortado. Comenzó a brillar como el oro; emitiendo chispas de luz. Desvaneciéndose del telar; sin causar ninguna onda o, fluctuación en el destino. Era como si ese hilo, nunca hubiera existido. -Que el dios Eon, perdone nuestros pecados- dijo la diosa, suspirando. El problema, se había resuelto ¿Pero a que costo? Se pregunto; mirando el telar agrietado. Nota: Actualizaciones martes y jueves Capítulo 11: Divinidad.
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