Mi primo estaba besándome y yo no tenía la fuerza para moverme. O tal vez no quería hacerlo.
Sus manos viajaron hasta mis mejillas y en ese momento mis labios empezaron a moverse solos siguiéndole el beso, mis manos se posaron en su nuca para profundizar el beso, quería sentir cada centímetro de sus suaves labios, no podía creer que esto estaba pasando, mi corazón latía mas rápido de lo que quisiera y un hormigueo invadió mi estómago.
Nos separamos al sentir que el oxigeno faltaba, solo nuestras frentes estaban unidas, nuestras respiraciones agitadas como si hubiésemos corrido unos kilómetros, mis ojos estaban cerrados y temía que al abrirlos todo volviera a como era antes, él siendo el mismo imbécil junto con la plástica de Ashley.
Ashley... Dereck... beso.
-Samant...- abrí mis ojos
