CAPÍTULO CUATRO Sentada junto a Caleb en la habitación completamente blanca del hospital, Caitlin miraba a Scarlet dormir. Los dos se sentaron en sillas separadas, a pocos metros de distancia el uno del otro, cada uno estaba perdido en su propio mundo. Estaban tan emocionalmente agotados, tan presos del pánico, que no les quedaba nada de energía para ni siquiera hablarse. En otros momentos difíciles de su matrimonio siempre habían encontrado consuelo el uno en el otro; pero esta vez era diferente. Lo que había ocurrido el día anterior había sido demasiado dramático, demasiado aterrador. Caitlin todavía estaba en estado de shock, y sabía que Caleb también. Cada uno necesitaba procesarlo a su manera. Se quedaron sentados en silencio, observando a Scarlet dormir, el único sonido que se escu