Capítulo 1 Bienvenida al mundo

1151 Words
Narrador omnisciente Estos meses han sido un martirio para los Kava, desde que se enteraron que iban hacer padres de nuevo. Intentaron toda clase de ideas para solucionar este error, fueron a las mejores clínicas, pero siempre algo sucedía que al final no podían remover el feto. Incluso han recurrido a los mejores brujos y estos le han dicho que él bebe debe nacer que no pueden matarlo, hasta han tomados brebajes pero no, el feto no cede. Por este motivo decidieron dejar que él bebe nazca y darlo en adopción. Opción que fue rebatida por la mejor amiga de la señora Kava, Keiss, refutando que si hacían esto los medios los destrozarían. Obviamente, como para ellos las apariencias valen más que mil sacrificios, decidieron quedarse con el “Estorbo”. Una madrugada de un diez de septiembre nace el nuevo m*****o de la familia Kava. Una beba hermosa, por la cual, todas las enfermeras estaban locas con la pequeña. Cuando se la quisieron entregar a su madre, ella la cargo solo para posar a la cámara de su esposo, quien vendería la exclusiva a la mejor revista de la farándula. Algo de dinero debía devolverlas esa criatura, pensaba el señor Kava. Mientras que su esposa les dedicaba unas palabras que auguraban el destino de la menor. —    Bienvenida seas al mundo. No te acostumbres, solo te cargue para guardar apariencias. Ni creas que te amamantaré, no eres digna siquiera llevar un apellido digno como el nuestro, pero que le vamos hacer ya estás aquí. Eres el mayor error de mi vida, pero tú sufrirás por  todas las lágrimas que he derramado por tu culpa. Con estas palabras fue recibida al mundo esta pequeña bebe. Ni siquiera un nombre quisieron ponerles, Keis la mejor amiga de la señora Kava, le puso Airys. Al pasar los años y cada diez de septiembre era igual para la niña. De la peor amanera entendió que su familia no la quería. Pero no entendía cuál era la razón de tal desprecio. Su habitación estaba lo más alejada de ellos y, a pesar de tener hermanos la trataban como si no existiera. Solo le dirigían las palabras cuando estaban en un evento o cuando estaban rodeados de personas. Esta niña a pesar de ser menospreciada por su familia, es amada por los trabajadores de la mansión, ningunos de ellos entienden porque es tratada de esta forma. La costumbre de su madre ha sido cambiarle las niñeras cada vez que cumpleaños, recordándole de esta forma que nadie estará para ella, ese día. Han sido largos años de tormento para esta dulce niña, que a pesar de los maltratos sigue mostrando esa sonrisa y creyendo que algún día su familia la querrá. Por lo que está decidida a hacer lo que sea para ganar su afecto, y si para eso tiene que cumplir con sus exigencias, pues lo hará. Puesto que al final lo que importa es la familia. Muy pronto cumplirá los dieciocho años, cumpleaños donde todo cambiará en su vida. Narra Airys Estoy ansiosa porque se acerca mi cumpleaños, y aunque no es de mis meses y días favoritos he decidido que con optimismo lograré lo que me proponga. Por esta razón, desde que septiembre hizo su entrada he repetido un mantra “este año sé que será diferente”. Puesto que dicen que de tanto repetir una frase puedes creértela y sucederá como lo hayas soñado. Ahora bien, mis padres me dijeron que me iban a celebrar mi cumpleaños número dieciocho, aunque no me gustan las fiestas, solo por ellos tener el deseo acepté, quizás sea el comienzo de una bonita relación con ellos. Veo que mis hermanos hacen todo para complacerlos en cuanto le piden algo, yo haría lo mismo si ellos me lo pidiesen. Correría emocionada hasta ellos, pero ni siquiera me dirigen una segunda mirada cuando choco con ellos. A pesar de sus malos tratos, he tratado de ser la hija perfecta, nunca he hecho nada incorrecto para que ellos se sientan orgullosos. Además, obtenía las mejores calificaciones, pero me restregaban que lo único que yo quería era ser mejor que mis hermanos y que no podía hacerlo, por eso dejé de mostrarles mis notas. Para llevar la fiesta en paz, he aprendido a adaptarme a las reglas no dichas, esas que nunca se hablan pero que sí o sí debes hacer para no causar problemas y de este modo no llamas la atención negativa que no necesitas. Entre ellas esta que tengo prohibido traer amigos, a excepción de la hija de mi madrina, que es mi mejor amiga Ysha, la cual es la única que puede visitarme en la mansión. Ella es muy importante para mí. Ha estado en cada momento que la he necesitado. ­­ Voy emocionada al despacho de mi padre, porque no siempre me manda a buscar y mucho más con el matiz de la emergencia que escuché en Ana. Antes de llegar, escucho a mis padres hablando, por curiosidad me acerco lentamente a la puerta y justo antes de tocar me detengo cuando agudizo lo que están hablando. —    ¿Por qué rayos quieres celebrarle los dieciocho años? —Cuestiona mi madre con enfado.   —    Es que no entiendes, ya será mayor de edad, se espera que realicemos lo mismo que con nuestros hijos. —declara con su característica frialdad.   —    Sí, pero no veo por qué invitar tantas personas. —argumenta con desdén. Sé que, si no fuera porque tienen un sentido del deber con su posición de empresarios respetados, se olvidarían de hacer una fiesta en mi honor.   —    Sencillo, esa niña nunca se ha visto envuelta en un escándalo. La prensa la ama, al igual que muchas personas. Aunque no entienda el por qué. Sin embargo, podemos utilizar esto a nuestro favor. Por esta razón, ese mismo día la comprometeremos con quien más partido le sacaremos, con Iván Turner. Hace tiempo que ando negociando y, si la casamos con él, nuestro negocio crecerá, por lo que seremos indestructible. Para algo debe de servir la inútil. Escuché como se burlaban de mí, sentí como mi corazón se quebraba y al mismo tiempo como se hacían añicos mis esperanzas, deseos e ilusiones. Con esto me quedó claro que por más mantras que invente, nada hará que me amen. ¿Es mucho pedir que tus seres queridos por lo menos te toleren? Sin hallar una respuesta que alentará mi corazón, decidí no enfrentarlos ahora. Porque ¿cómo podré verlos a la cara si las lágrimas brotan como un río por mis mejillas? Fui corriendo a mi habitación, cerré la puerta y me derrumbé a llorar sin miedo a qué me escuchen, total si aquí no vienen muy seguido. No soy más que una moneda de canje para ellos. He intentado ser la mejor de las hijas, ¿para qué? para ser vendida por ellos.                              
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