Logramos aterrizar en Denver un día antes de la fiesta de mis ahijados, estoy muy feliz de poder ir a acompañarlos. Estoy esperando en la sala de reuniones a Cameron cuando se acerca Ana. —Loren discúlpame por hacer ese comentario tan desagradable, todos sabemos como te trataba Barnett y es momento de que seas feliz. Sus palabras me dan mucha alegría porque sé que esta siendo sincera. —Gracias Ana, yo sé que muchos no lo verán con buenos ojos pero la verdad no me importa. —Pues haces bien, al fin a la gente nunca se le da gusto. Me da un abrazo y se despide, a los pocos minutos llega Cameron hablando por teléfono y se ve muy preocupado. Nos subimos a la camioneta mientras él sigue discutiendo con alguien, estamos por llegar al apartamento cuando por fin cuelga. —Loren tengo que