Cameron me despierta llenándome de besos, al abrir los ojos me sorprendo porque está recién bañado con uno de sus trajes, se ve tan guapo, además está mostrándome su bella dentadura con su enorme sonrisa, trae una bandeja con un desayuno que se ve delicioso y una rosa roja. —Buenos días Caperucita. —Vaya estás haciendo méritos para convencerme de que vivamos juntos. —No, yo prefiero otro tipo de métodos, por cierto te deje un regalito en una caja en el baño, es para está noche, cuando regrese quiero que lo traigas puesto. —¿No te quedas a desayunar conmigo? —No puedo Caperucita tengo una reunión en el bufete con mi hermana. —Seguramente te vas a encontrar con Barnett. —Me gusta más como lo llama tú madre, Bobonett. Yo le sonrío. —Cameron siento mucho que tengas problemas con tú