JENNY Allí estaba. ¿Hablas en serio? Le gruñí, pero se quedó con los brazos cruzados, mirándome fijamente. Mi lobo no es tan grande, pero casi le llegaba al pecho. —Muévete, o puede que te mate aquí—. Dijo en su tono alfa. Mostré mis colmillos mientras él miraba. Estaba a punto de decir a sus guerreros que me atacaran por detrás con la mano, pero gruñí por lo bajo y empecé a moverme. Lo miré todo el tiempo y me puse de pie. Sus hombros se encresparon y aspiró con fuerza. —Jenny. —Kalmin—. Dije mientras me cubría. Empezó a respirar con dificultad y miró detrás de mí. —Llévala a las celdas. Encadénala también. La veré en un rato—. Dijo mientras me miraba de nuevo con las fosas nasales encendidas. Su mandíbula se apretó y su puño se cerró a su lado. Gruñí cuando sentí que uno de su