—Maggie empeoró todo. Yo no era como las otras chicas. No era porque tenía celos de que estuviera con Gabriel o algo así. Ni siquiera estoy segura de lo que hice para merecer el nivel de odio que ella tenía hacia mí, física y emocionalmente, cada vez que estaba en la casa de la manada, que era bastante. Se esforzaba por atormentarme, me perseguía para torturarme. Gabriel realmente no hizo nada. Solo se quedaba atrás y miraba y dejaba que todo ocurriera. Se reía y me miraba con los mismos ojos crueles pero jamás dijo una palabra ni nunca me atacó.
Leilani suspira mientras se acerca, presionando su rostro contra su piel tensa. Su voz es tan pequeña.
—Todo tiene mucho más sentido ahora, porque recuerdo distintamente que fue poco después del cumpleaños número dieciocho de Gabriel. Lo recue
