-mira, yo se que tienes muchas preguntas pero enserio tenemos que empezar a prepararnos para seguir viaje. Aún diciendo esto con un tono de urgencia, no hago ni un movimiento para sacarmelo de encima ni dejo de acariciarle la espalda suavemente.
-¿Adónde vamos?
Pregunta abrazándome más fuerte. Su aliento caliente sobre mi pecho
-No lo sé. Tengo algunos contactos que nos pueden ayudar. Pero tenemos que estudiarlo en el camino.
-¿Cómo te llamas? ¿Me lo puedes decir? Yo me llamo Sam, Sam Martins.
-John
-sólo John?
-sip
No quiero dar todos mis datos. No me fío de nadie. Ni sé porqué me tomo esto de rescatar a este chico de forma tan personal. Nunca me involucro con nadie, nada que no me afecte personal y directamente no me mueve un pelo. Pero este sujeto escuálido y medio muerto me movió todo el cuerpo.
-bueno, está bien, no sé porqué me ayudaste y sigues acá conmigo pudiendo abandonarme en la carretera y escapar de tu deuda sin una carga inutil sobre ti. Pero confío en ti, de alguna manera y prometo que no voy a molestar mientras escapamos de esos locos.
Su voz suena cada vez mejor a medida que habla más y más
-quieres más agua Sam?
Le pregunto para cortar con su palabrería por que no entiendo yo tampoco por qué estoy metido en esta situación y si me lo cuestiono voy a sobrepensar las cosas y ya sé como terminan. Siempre peor y arrepintiéndome.
-por favor.
Con mi brazo derecho, el que usaba para acariciarlo, tomo la botella de la mesita de noche y se la acerco. Tengo el brazo izquierdo bajo mi cabeza, acostado sobre la cama con las piernas cruzadas y lo observo levantarse apoyando sus manos en mi pecho, su cara queda en un primer plano a centímetros de la mía y con cuidado veo cómo encuentra la pajita con su lengua y cierra los ojos con placer al tomar.
Mis ojos lo recorren entero, su pelo largo y descuidado, su tono smarillo de piel, sus labios que ya no están azules, su nariz pequeña, y el movimiento de su garganta al tragar el agua me pone duro.
"Dios, estoy teniendo una erección al ver como toma agua este muchacho casi muerto? ¿Qué me pasa?" Termina de tomar agua dándome las gracias y hace un movimiento para volver a acomodarse encima mío y rápidamente lo agarro y lo acuesto en el colchón así puedo levantarme y darme vuelta. Lo único que falta es que vea el bulto en mi pantalón y piense que lo quiero atacar.
-lo siento, no lo pensé, estaba cómodo y tu seguro apretado bajo mío
-descuida, no pesas nada
-oh si, cierto.
Me dice en voz baja temblando
-no no, disculpa, quiero decir si, seguro que has bajado mucho de peso se te ve desnutrido, pero te lo dije pensando que normalmente no debes pesar mucho. Yo soy enorme, peso como 100 kilos.
-está bien, no te preocupes. Por un momento me había olvidado lo que pasó y sólo no pensaba en nada. Podrías ayudarme a llegar al baño?
Con mi erección completamente desinflada ya, lo levanto sosteniéndolo por debajo de los brazos. Es alto,no tanto como yo, y seguramente en su estado normal debe pesar varios kilos menos que yo también, no parece de los musculosos, pero si me lo imagino en forma, tonificado.
-tu dime cómo quieres que te lleve, intenta moverte y si te fallan las piernas te cargo
-no hay problema. Me dice con un poco de color en su cara
Como puedo lo sostengo hasta que llegamos al baño y antes de encender la luz se me ocurre que quizás no quiera verse en el espejo
-quieres que cubra el espejo con algo? Tengo la sensación de que no te va a gustar lo que veas
-no está bien, prefiero tener el shock de todo a la misma vez
Pienso que no sé si es una buena idea pero enciendo la luz y hago una mueca cuando sus ojos se encuentran con su rostro del espejo
-oh dios mío. Mi cara. Mi pelo. ¿Qué me pasó? Por dios
Si, lo entiendo, su cara amarilla tiene dos pozos oscuros y en el centro dos bolitas blancas sin brillo y su boca está toda partida, su pelo está largo, despeinado y apagado.
-está bien, ya te vas a recuperar. ¿Quieres meterte en la bañera mientras pido la cena? Algo ligero te va a hacer bien
-mmmjm
Solo un sonido de reconocimiento salió de sus labios. Lo ayudé a sentarse en el inodoro y preparé el baño. Una vez listo lo ayudé a desnudarse y con cuidado lo vi entrar en el agua. El suspiro que dejó escapar erizo los pelos de mis brazos y me dejó un cosquilleo en la panza que me hizo salir corriendo del cuarto diciéndole que ya volvía a comprobarlo.
Sin esperar una respuesta tomé mi celular y las llaves y terminé en el lobby. Respirando para calmarme y poder hacer el pedido de la cena.
Desembolse otros 100 para que sea todo discreto. Diez minutos más tarde estoy dejando la bandeja de comida en la mesita de noche y voy en busca de Sam.