Llegué al departamento directo a la ducha, no sabía a donde me llevaría Roberto, pero prefería mantenerme a la expectativa, conociéndolo seguro un lugar muy elegante. Suelto una risita. Un lugar tan fino como él. Me divierte mucho recordar cuando fuimos a comer tacos a la calle, nunca podré olvidar su cara de temor era como si estuviera a punto de entrar a un lugar radioactivo o algo así. Después de ducharme me enfundo un vestido n***o con tirantes caídos, cuello descubierto, era ajustado de la cintura y caía delicadamente como cascada hacia los lados, me llegaba a los tobillos, unos zapatos del mismo color y una tiara y accesorios dorados. Este look me gustaba bastante, me veía muy sofisticada. A Roberto le agradaría sin duda. Me miré al espejo. Me sentía como una adolescente esperando su