Punto de vista de Jason
Esto me estaba matando.
No puedo creer que me dijera que me quedara todo el tiempo que necesitaba. Debería haberme dicho que volviera en dos o tres días, habría estado en casa hace dos días. Esta diminuta cabaña sin espacio para moverse me estaba poniendo los nervios de punta. Era demasiado pequeña y no podía descargar mi energía nerviosa.
Mañana.
Podría irme a casa mañana.
Me detuve en medio de mi paseo. Era extraño pensar en cómo comencé a pensar en la gran casa de los Blair como mi hogar. Por supuesto que todavía tenía a mi padre y mi hermana, aunque ella estaba viviendo con Paul ahora. Habían conseguido una casa propia. Paul se había imprimado de ella hacía poco más de nueve años cuando había venido a visitarla desde la universidad. Paul era de mi manada, siempre había querido un hermano... pero ¿realmente tenía que ser él? Mientras pensaba en ello, no podría haber pedido a nadie más perfecto. Ya peleabamos como hermanos. Un minuto estaríamos insultándonos, y al siguiente estaríamos luchando en el patio delantero, riéndonos todo el tiempo. Solo viven un par de casas más abajo de la de mi padre, por lo que siempre estaban de visita o se quedaban a dormir.
Eso me daba la una excusa para quedarme con Jade. Por supuesto, cuando ella llegó mentalmente a la etapa de la adolescencia, sus padres me pidieron amablemente que durmiera en mi casa o que regresara de las patrullas después de que ella se hubiera ido a dormir. De esa manera no sabría que yo estaba en la casa, y podría dormir en el sofá y estar cerca de ella. Para mi alivio, Frank pareció entender que era difícil para mí estar lejos de ella, así que fue fácil conmigo. Pero de vez en cuando cometía un desliz y pensaba algo demasiado íntimo sobre ella, y escuchaba un gruñido en algún lugar de la casa. Pero él sabía que la amaba más que a nada.
Sin embargo, Jade comenzó a tener pesadillas algunas noches después de que la nueva regla entró en vigor. Estaría en mi casa o patrullando cuando sonaba mi teléfono celular. Por eso lo amarraba en mis pantalones alrededor de mi pierna cuando entraba en fase. Sabia que sería ella sollozando en el teléfono diciéndome que había tenido una pesadilla sobre mi. Frank me dejaba quedarme en la cama con ella hasta que se durmiera, entonces tenía permiso para dormir en el suelo, como el buen perro que era. Pero tomé todo lo que pude para poder estar a su lado.
A medida que envejecía, mental y físicamente, los sueños empeoraban. Sus padres habían hablado y me dieron permiso para dormir en la cama con ella siempre que me quedara encima de las sábanas, eso estuvo bien conmigo, mi temperatura era elevada, no las necesitaba.
Y sé que Frank se dio cuenta cuando noté que ella estaba madurando. Algo cambió en ella, incluso su olor cambió. Cuando la Madre Naturaleza había hecho sus apariciones una vez al mes, mis sentidos de lobo se pusieron a toda marcha. Estaban gritando que ahora era lo suficientemente madura para aparearse, y que deberíamos tomarla antes de que otro macho pudiera acercarse a ella. Frank había gruñido hasta que vio que la primera vez que lo había pensado, había sido en un nivel subconsciente. Traté de no insistir demasiado en ello por su bien y el mío.
Sí, la deseaba, pero no quería que el animal que había en mí se hiciera cargo. Yo estaba a cargo ahora, tenía el control, pero solo ese pensamiento inconsciente se quedó conmigo. Ella estaba madurando.
Jade se había convertido en una hermosa joven. Sus padres me habían hecho prometer que si me elegía, nos casaríamos antes de tener intimidad. Esa no era una conversación que me gustara recordar. ¿Podemos decir que fue incómodo? Pues sí, lo fue
Digo, si me elige a mí, porque me imprimí de ella aunque no se lo he dicho. Su familia y la mía sabían que quería ser yo quien se lo dijera, pero no sabía cómo. Y para ser honesto, sus padres querían darle la oportunidad de elegir a quien quisiera. Lo entendí, pero no me gustaba la idea de que otro chico pensara que ella podía ser suya. Para mis instintos de lobo, ella era mía. Jade había sido mía durante nueve años, y sería mía hasta el día en que uno de nosotros muriera. Morir... Sí claro. Como si eso fuera a suceder alguna vez. Nos habían dicho que ella viviría por mucho, mucho tiempo. Me negué a dejar de cambiar de fase y comenzar a envejecer hasta que ella creciera y eligiera. Pero sabía que incluso si no me elegía, me quedaría para asegurarme de que el chico no hiciera nada para lastimarla.
Suspiré.
Recordar todo eso me hizo extrañarla mucho. Me preguntaba si estaba teniendo esas pesadillas otra vez. Intenté llamarla antes, pero nunca respondió. Frank me había hecho prometer que tratara de no llamarla todos los días. Fue difícil, pero hice lo mejor que pude. Era extraño cómo escuchaba a Frank. Me trató como si fuera un futuro yerno, no como el tipo que había tratado de quitarle su "razón de existir" hace más de nueve años.
Ahora, saqué mi teléfono celular y marqué su número.
—¿Hola?— dijo una voz musical.
—Frank— fue mi brillante respuesta.
—Jason. ¿Cómo estás?
Incliné mi cabeza de lado a lado tratando de curar la tensión. No funcionó.
—Bueno, aparte del hecho de que no me dejan entrar en fase y tienen mi culo gigante atrapado dentro de una lata, creo que me estoy desmoronando. ¿Y tú?
Él se rió.
—¿Quieres decir cómo está Jade?
Sí, supongo que fui transparente.
—Bueno, sí. Traté de llamarla antes, pero no obtuve respuesta. Pero supongo que esta bien, ¿cómo están ustedes?
—Jade salió con sus tías, fueron de compras por su graduación. Ella terminó la escuela ayer. Nosotros estamos bien...— El pauso— Te extrañamos y queremos que vuelvas a casa
No sabía si hablaba en serio o no.
—Quieres decir que me quiere en casa. A ustedes no les podría importar menos
Escuché un ruido como si estuviera sacudiendo la cabeza contra el teléfono.
—No, Jason. Todos nosotros te extrañamos, hace demasiado frío por aquí.
Me moví incómodamente.
—Gracias. Espera. ¿No están los demás chicos visitando y registrándose?— pregunté nervioso
—Sí, vienen todos los días, pero no son tú, Jason. Además, eres el único que puede curar sus pesadillas, por mucho que odie decir eso— Se rió de nuevo.
—¿Está teniendo esas pesadillas otra vez?— agarre el teléfono con más fuerza
Suspiró en el otro extremo.
—Sí. Y creo que se están volviendo más vívidas. Las observo con ella todas las noches. Ahora hay color...— Otra pausa.
—¿Qué? ¿Qué es?— El pobre teléfono estuvo peligrosamente cerca de ser aplastado en mi agarre cada vez más fuerte.
—Finalmente sabe lo que te pasa, por qué no acudes a ella cuando te llama. Ahora, te ve muerto en forma de lobo. Anoche, después de que lo vio, había algo más en el bosque con ella
—¿Qué era?— Casi gruñí.
—No estoy seguro, pero creo que era un vampiro. Cierra los ojos y luego la agarra. Ella grita y se despierta, gritando. Empeora cuanto te vas. ¿Cuándo vuelves a casa?
Intenté sonreír pero no pude.
—Sabía que no era porque me extrañabas— Pasé una mano por mi cabello desgreñado para quitármelo de los ojos— Iba a volver mañana
Se movió de nuevo.
—No estoy seguro de que pueda soportar otra noche así, Jason. Anoche fue malo
Tragué saliva.
—¿Qué tan mal?
—En el momento en que te vio y superó el shock, susurró tu nombre y cayó de rodillas. En ese momento exacto, su corazón casí se rompe en realidad. Literalmente, no podía soportar verte así— Luego, en un susurro tan bajo que casi no pude oírlo— Yo tampoco
Decir que me conmovió su sentimiento podría describirse como un eufemismo. Pensé furiosamente para mí mismo por un minuto. ¿Estaban cambiando sus sentimientos por mí, o era porque había crecido a mi alrededor? Pero Frank acababa de decirme que soñaba conmigo. No sabía si era normal que las chicas sueñen con chicos por los que no tienen sentimientos, o al menos sueños en los que apenas pueden soportar ver lo que estaban viendo en ese sueño.
Suspiré. Las cosas aquí todavía no iban tan bien, de ahí la razón por la que había estado aquí durante cinco días. No íbamos a llegar a ninguna parte con esto en este momento. Tomé una decisión y Samuel tendría que vivir con ella.
—¿Frank?— dije sólo para asegurarme de que todavía estaba allí.
—¿Mmm?
Ok, todavía estaba allí.
—Estaré en casa esta noche. ¿A qué hora crees que volverá?
Pude escuchar su sonrisa cuando habló a continuación.
—Eso es genial, Jason. Dudo que Ambar solo se quede fuera la mitad del día. Deberían estar de regreso en un par de horas
—Está bien. Limpiaré las cosas aquí y luego seguiré mi camino. Si ella llega a casa antes que yo, no le digas que iré. Quiero sorprenderla
—Claro. No podemos esperar a verte
—Está bien, nos vemos pronto. Adiós, Frank.
—Adiós, Jason
Hogar.
Finalmente me iba a casa después de lo que parecían años.