Canción:
Arctic monkeys - Riot Van
Sin más paciencia sobre mí, sin control alguno de mis actos, entré a la habitación en la que se encuentra Julie. Ella pareció no verme puesto que se quedó en silencio observando sus propios pies.
Cuidadoso de no hacer ninguna estupidez nueva, cubrí mis nudillos para ocultar la carne al rojo vivo que se encuentra ahí. Debí lavarme antes, sin embargo, solo había algo en mi cabeza.
Así estuvimos por lo que parecieron segundos eternos cuando la desesperación me ganó y hablé: — ¡Es que qué esperas que haga cuando te pones así! —Tres reacciones tocaron el rostro de Julie. Sorpresa, coraje y finalmente severidad.
— ¡Así que ahora es mi culpa que cada vez que salgo contigo encuentras el modo de sacarle el alma a golpes a cualquiera que te parezca sospechoso!
