CAPITULO 02

1175 Words
Elisa estaba de camino a dirigirse al comedor en el primer piso. Ella tenía que admitir que la mansión era bastante grande y lujosa. Definitivamente era la mansión del gran duque del imperio Armanis. En el imperio solo hay cuatro duques, y un gran duque que es el esposo de Elisa, Alexander. La familia Andrenas era una de las familias fundadoras del imperio desde hace 1000 años. Y su poder no fue en decadencia con el paso del tiempo, sino que el gran ducado se fue volviendo más poderoso con cada generación de grandes duques. En resumen Alexander era inmensamente rico y poseía un poder militar muy poderoso. Casi se puede considerar que es la espada del imperio. Aunque no se dice libremente, todos los nobles reconocen la importancia del gran ducado Andrenas. Aunque siempre hay gente envidiosa por el poder que representan. Y como es un ducado poderoso, la única imperfección de este seria la gran duquesa. Por lo que la mayoría de las veces los nobles aprovechan y denigran al gran duque usándola a ella por su personalidad pasiva. En los recuerdos de la antigua Elisa, se podía ver como las damas nobles se burlaban de ella tan abiertamente. Y como Elisa solo se quedaba callada y no decía nada, esas acciones solo hizo que las damas nobles estuvieran encantadas. Porque aunque odiaban admitirlo, envidiaban la posición de Elisa como gran duquesa. Ya que se podría decir que esa posición seria la más importante después del puesto de emperatriz. Era imposible no envidiarla. "Buenos días señora" Los empleados que se encontraron con la gran duquesa de camino al comedor, la saludaron debidamente con una reverencia. Elisa solo se limitaba a asentir cuando la saludaban. Pero su atmósfera ahora era más autoritaria. Y los empleados notaron el cambio. Por lo que ahora si eran más respetuosos. Tap- "Noah, buenos días" Elisa llego al comedor, y allí se encontró con un pequeño niño de mejillas regordetas pulcramente vestido con una camisa blanca de botones y manga larga, con unos pantalones cortos con tirantes negros, y unas medias altas con unos zapatos muy elegantes. A primera vista era como un pequeño bollo de leche muy encantador, hasta el punto de que parecía una muñeca de porcelana. Pero era un niño de verdad. "...buenos días madre" Noah saludo cortésmente a Elisa con su mirada muy nerviosa. Todavía no podía acostumbrarse al cambio tan repentino de su madre. Ya que la Elisa original siempre lo ignoraba. Elisa solo sonrió débilmente un poco agraviada por el pequeño niño. Todavía era demasiado pronto para que su relación mejorara. Rechino- Ella solo pudo sentarse al lado de el y frotarle su cabecita suavemente. También quería pellizcarle las mejillas, pero era demasiado pronto todavía. Noah solo se sonrojo débilmente ante la caricia tan afectuosa de su madre. El levanto su cabecita hacia Elisa que se sentó junto a el. Y lo primero que vio fue que su madre le estaba sonriendo tan afectuosamente. El estaba un poco confundido, su madre cambio totalmente su actitud hacia el en un mes. Y no sabia como debería de actuar. Aunque el era un niño muy maduro, todavía tenía cinco años y quería aferrarse al calor de su madre. Pero tenía miedo de que su madre lo vuelva a apartar si se acostumbra demasiado. Su corazoncito no quería eso... "¿Qué planes tienes para hoy Noah?" Elisa intento hablar con el, y le pregunto en un tono muy suave que hizo que Noah se sintiera un poco cálido. El miró los ojos de su madre que eran iguales a los de el. En ellos se vio reflejados, y vio que estaban sonriendo como una medialuna. Su primer pensamiento era que su madre era muy hermosa. Y le alegra tener algo que sea igual a ella. "...voy a estudiar historia" Noah respondió débilmente mientras miraba a Elisa con sus mejillas sonrojadas. ¡Definitivamente era un niño muy adorable!. Elisa estaba sorprendida por lo sensato que era su hijo. Pero estaba asombrada de que con cinco años el este estudiando un tema como ese. Pensó que era demasiado temprano que ya empezara con ese tipo de educación. Se decidió en hablar con el profesor cuando Noah tenga su clase. "¿Entonces quieres tomar el té con mamá cuando termines?" Elisa le pregunto con una sonrisa muy encantadora. No vale decir que Noah se quedo cautivado y quería aceptar de inmediato. Pero noto la mirada de su niñera y no pudo decir nada. "Señora, el joven maestro estudiara conmigo cuando termine la clase" Una mujer joven de cabello castaño ligeramente bonita. Intervino en la conversación de Elisa y Noah descaradamente. Esa era la niñera de Noah llamada Lisbet. A Elisa no le gustaba esa niñera que siempre interrumpía cuando ella quería pasar tiempo con Noah. Pero lo que más la molestaba era que Lisbet tenía una clara hostilidad por ella, que no se molestaba en ocultar. Tan solo mirando el tono y la forma en la que estaba mirando a Elisa justo ahora. Solo lo hacia más evidente. Sentía que ella no quería que sea muy apegada a Noah. Y Elisa no sabia porque diablos lo hacia. "¿Qué le estarás enseñando?" Elisa la miro con la barbilla ligeramente alzada y pregunto en un tono arrogante. Pero Lisbet no se sintió intimidada por esa actitud. Ella miro a Elisa sin apartar la mirada de ella. No hacia falta decir que era una acción muy arrogante realizada por un humilde sirviente. "No tiene que molestarse en saberlo, mi señora" Básicamente estaba insinuando que no era su problema meterse en un asunto en el que nunca estaba interesada. Y efectivamente eso era lo que Lisbet pensaba. Todos los sirvientes notaron el choque que estaban teniendo ambas mujeres en el comedor. Incluso Noah sintió el cambio de atmósfera alrededor de su madre con su niñera. "Depende de mi si quero saberlo, tu no tienes ningún derecho en decidirlo. Yo soy la madre de Noah, y es mi deber estar al tanto de las cosas que haga mi hijo" Elisa declaro descaradamente mientras fulminaba con la mirada a la niñera. Lisbet se sobresalto al escuchar las palabras de Elisa, al igual que todos los sirvientes que se encontraban en el comedor. Pero Noah abrió los ojos al escuchar las palabras de su madre. No pudo evitar sonrojarse al escuchar "soy la madre de Noah". Esa simple frase hizo que se sintiera cálido por dentro. Era la primera vez que su madre se interesaba en sus asuntos... "Me disculpa señora, no era mi intención que lo entendiera asi" "Bien entonces, a partir de ahora yo le enseñaré a Noah cuando terminen las clases de ahora en adelante" Elisa declaro y no le importo la cara fea que coloco un momento esa niñera. Ella ya no iba permitir que su hijo se aislara de ella. "Empiecen a servir" Las palabras de Elisa hicieron que los sirvientes sirvieran la comida rápidamente. Para luego empezar a compartir un desayuno agradable con su querido Noah.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD