Capitulo 9.

2727 Words
1 año después.   Adam toma una copa de vino que la aeromoza le ofrece y contesta su teléfono que lleva mucho tiempo vibrando. —¿Por qué tanta insistencia en las llamadas? —¿Dónde diablos estas? —Salí un rato —bebe un sorbo de su copa —¡Adam! Estos días pareces mas un adolescente que un maldito adulto —Noah, tranquilízate —¿Donde te has metido? —En un avión —¿Avión? ¿Qué haces en un maldito avión? —grita su hermano mayor —Tengo un trabajo en Paris...bueno...dos —Te dije que dejaras eso. Adam, recapacita y vuelve a tu escritorio —Voy para ver a un cliente, a pagado una suma grande por mis servicios de abogado —rueda los ojos y le sonríe a la aeromoza —Uff, creí que... —Ah, si y ya sabes que otro cliente tengo —ríe un poco —¿y que tal todo en casa? —Todo esta bien, pero tengo un pregunta para ti —Dispara —¿Sabes que ahora regresa Emma a Inglaterra? —Oh, si, lo he escuchado. Ellos se tomaron la luna de miel enserio, eh —ríe sin gracia —increíble, un año pasándoselo bien, bien por ellos —¿Sigues con lo mismo? ¿Por eso te fuiste sin mas? —Nop, ya sabes...me molesta un poco, pero ya esta todo en el olvido, además has visto que he salido con un par de chicas —Si salir es el sinónimo de sexo y chicas el de putas, pues...si, lo has hecho de maravilla —Oye, tengo que colgar —colgó Cuando llega al aeropuerto, el taxi que lo esperaba lo lleva a su hotel donde ya había reservado por dos semanas, pidió una habitación normal para no llamar demasiado la atención demasiado, mas de lo que ya lo hacia. Ya que solo tiene una semana para el asesinato, planea empezar con ello de inmediato, la siguiente la tiene reservada para su trabajo como abogado. Se pone su traje y toma su maletín, tiene planeado entrar como inversionista a la empresa, el trabajo no será muy difícil, utilizara dos empresas pantalla para lograrlo hasta poder hablar con el hijo menor del director. Adam se siente feliz que nunca hubo rivalidad con sus hermanos por la empresa. El hijo mayor no quiere que el menor lo acapare...típico. La empresa a la que entraría, se encontraba a mas de un par de horas, lo suficiente seguro para él. Toma un taxi al salir del hotel y comienza a pensar en un plan de respaldo por si acaso algo sale mal. S.M. Enterprise, es una empresa naviera, trasporta especialmente comida a todo el mundo, pero tuvieron una pequeña crisis, realmente pequeña para ellos que son millonarios. Adam les ofrecerá un buen contrato para cuidar de sus millones invirtiendo una alta suma de dinero. El hijo menor de la familia habla con los inversionistas ya aceptados para ver si puede ganar un poco mas de dinero. Cuando el taxi lo deja frente a la empresa, mete una de sus manos en un bolsillo, su rostro cambia poniendo una sonrisa de orgullo, camina lentamente por la puerta rotatoria. Una señorita lo esta esperando, a las personas les gusta hacer los tratos en ingles así que no se preocupa que la mujer no sepa su idioma. No saluda ni dice nada por el estilo, simplemente: —Tengo que visitar otra empresa, así que lléveme de inmediato con el Sr. Lefebvre —Si, Sr. Wadlow Adam asiente y la mujer comienza a caminar hacia los ascensores, Adam la sigue mirando descuidadamente a su alrededor. En el ascensor solo se suben ellos dos y van en silencio hasta el piso siete. Adam espera que acepten su propuesta, aunque quien lo contrato lo pudo pasar de una vez con su hermano, Adam había preferido pasar inadvertido, pasar por lo que pasan todos los inversionistas y luego, simplemente, desistir, no iba a firmar nada durante el proceso. {...} Los siguientes tres días, fueron muy aburridos y tediosos para Adam, pero al fin había terminado, ese día solo había ido para la resolución de la inversión, estaban muy interesados en ella, así que tenia una reunión el día siguiente con el hombre que había ansiado ver a solas de una vez por todas. Adam esta en el ascensor mientras baja a la primera planta, hay dos personas junto a el y el ascensor se detiene en el piso tres. Una mujer y un hombre están parados frente al ascensor, no parece que se dan cuenta que el ascensor ya llego, y nadie parecer querer avisarles, la mujer se ríe de algo que dice el hombre a su lado. El hombre que se encuentra mas cerca de los botos, aprieta el botón para que las puertas se cierren, pero justo cuando se están cerrando la mujer se voltea aun sonriendo y Adam abre sus ojos al ver su rostro. —¿Annabella? —da un paso hacia adelante pero la puerta se cierra en su nariz Adam se queda mirando la puerta y retrocede un poco. ¿Realmente era ella o solo fue mi imaginación? Las puertas vuelven a abrirse en el primer piso y las personas que iban con el se bajan, Adam se baja pensando en si esa mujer era la misma chica que el ayudo. Sacude su cabeza y va hacia el taxi que lo espera. ¿Y si es ella? Antes de subirse al taxi mira hacia la empresa, no le faltaban las ganas por regresar para verificar que era ella. Se humedece los labios y se niega regresar, así que se sube al taxi y se va. Durante el día entero piensa en Anna aunque trata de concentrarse en otras cosas, no lo logra. Al día siguiente, se despierta con el pulso a mil por hora, su respiración es agitada y esta sudando. Su bóxer esta levantado y siente su m*****o palpitar. Ah, tiene que ser una broma... Había soñado con Annabella, pero no con la que salvo, si no con la mujer fuerte que vio el día anterior, con ese cabello oscuro largo, aunque no tenia ni idea si era ella. Le había encantado. Se sienta en la cama y se pasa las manos por el cabello, necesita una ducha urgente, mira el reloj y ve que esta un poco retrasado así que se pone en marcha para arreglarse, irse y llegar a tiempo. {...} Lo primero que Adam piensa al ver al hijo mejor de los Sartem, es que es un completo presumido y un niño mimado desde que era un espermatozoide. —¡Me alegra que podamos vernos, al fin! ¡Soy Peul Sartem! —extiende su mano Adam la toma y la aprieta. —Bradley Wadlow III —Su propuesta es mas grande de lo que nos imaginábamos, estamos felices de que haya decidido unírsenos, Sr. Wadlow...¿Puedo llamarlo Brad? No. —Claro, ¿Por qué no? —Venga, tome asiento, discutamos bien todos los vectores, por favor Adam asiente y toma asiento frente al escritorio. Su reunión comienza, Peul Sartem deja que Adam le explique todo, no dice ninguna palabra, simplemente asiente a las palabras de Adam y cuando va a terminar, deja bastante claro que no son la única empresa en Paris que esta en su lista. La cantidad que ofrece Adam, hace que los ojos de Sartem brillen. —Definitivamente te queremos en nuestro equipo, pero...somos amigos ¿cierto? —¿Quiere que lo seamos? —levanta un ceja —Por supuesto —Muy bien, entonces...lo somos Sartem se inclina en su escritorio. —Tengo una propuesta para usted —¿Cuál? —¿Podemos hablarlo esta noche? Todos se van a las 10 de la noche, puede venir a las 11, para discutirlo —¿Al menos puedo saber algo? Debe de ser muy importante para usted —Se lo dejare en una pregunta, para que lo piense...¿Le interesaría ganar mas dinero? Adam inclina su cabeza hacia un lado y estrecha sus ojos. —¿De que habla? ¿Lavado de dinero? La sonrisa de Sartem lo confirma aunque no diga ninguna palabra. Adam asiente. —Nos vemos mas tarde, entonces La sonrisa de Sartem se vuelve aun mas grande y asquerosamente codiciosa. Y Adam no puede evitar sonreír, esa noche si que se divertirán. Que fácil me lo has dejado, idiota. Al terminar, Adam regresa al ascensor y lo llama, se queda mirando a las puertas, deseando que se abran, tiene que prepararse para esa noche, esta extasiado. El tercer ascensor se abre antes que el que llamo, así que camina hacia el, pero cuando ve en el interior se queda paralizado. La misma mujer del día anterior se encuentra mirando su Tablet, esta muy concentrada, su cabello esta amarrado esta vez en una cola alta, una falda tubo y una camisa de botones blanca que tiene tres botones sueltos. Mira los tacones y aunque son muy formales, y nada sensuales, siente que se asfixia. La mujer suspira y levanta su cabezas, sus ojos verdes chocan con los de Adam. Su boca se abre con asombro. Ninguno dice algo y se quedan como estatuas, solo mirándose a los ojos. Las puertas se cierran y su conexión se rompe. {...} Adam alquila un auto para esa noche y mete un bolso en el maletero. Son las nueve de la noche, esperara afuera y vigilara que nadie quede en el edificio, aunque eso puede ser un poco imposible. Adam esta listo. A fijado su objetivo aunque en su mente se repita el rostro de Annabella. Cuando se vuelven las 11, Adam mete el arma en la cinturilla de su pantalón, junto a un cuchillo, no se había vestido formal porque nunca llegaría esa reunión que tienen, camina tranquilo hasta la entrada y el oficial esta mas dormido que despierto en la recepción, Adam esta seguro que no lo nota. Ya que no habían trabajadores en el edificios, los ascensores habían sido apagados, así que toma las escaleras. Sube poco a poco hasta que llega al piso correcto, camina por el pasillo hasta la oficina del futuro c*****r, pero antes de entrar unas voces lo detienen. Es Peul Sartem y una mujer. —Si quieres graduarte, tienes que ser la mejor en tus notas y en tus practicas —Lo se, pero estar aquí...me quita tiempo de estudio —Puedo ayudarte si quieres Adam se acerca mas a la puerta y nota que esta abierta, así que con un dedo la empuja un poco para poder mirar. Lo primero que ve es la mano de Sartem tocando la rodilla de la mujer que se encuentra con el. —No te hagas la difícil, ¿sabes cuanto dinero tengo? —Lo se muy bien, Sr. Sartem —ella le aparta la mano —Dime Peul, por favor —Es incorrecto —No lo es, te lo estoy pidiendo, ¿Cuánto mas vas a rechazarme? —Hasta que deje de insinuarme que me acueste con usted —Pero será divertido —No me importa —ella se levanta de golpe Adam la recorre con la mirada hasta que logra ver su rostro y la sangre le hierve de inmediato. Sartem se levanta y la acerca a su cuerpo, y ella hace todo lo posible para apartarse pero no lo logra. Adam empuja la puerta y esta choca en la pared con fuerza. Ambos voltean a mirarlos y Annabella vuelve a quedarse sorprendida y totalmente quieta. —Hey, Brad —Suéltala —Es mi chica, solo nos peleamos porque esta celosa —se ríe —¡Suéltala si no quieres que te mate! —grita Adam Sartem lo mira a los ojos por un momento y se da cuenta que va enserio, así que la suelta. Adam agarra a Annabella de la muñeca y la saca de la oficina, la jala hasta las escaleras. —¡Detente, voy a caerme! Adam no le hace caso y baja un piso mas. —¡Adam! Adam continua corriendo hacia abajo. —¡Abogado Evans! Adam se detiene, la toma de los brazos y la pone contra la pared. —¿Que? —aprieta los dientes —¿Que esta pasando? —dice sin aliento —¿No debería yo preguntarte eso a ti? —eleva un poco la voz —¿te dejas tocar siempre por ese imbécil? —No, siempre trata de aprovecharse pero siempre logro liberarme, aunque esta vez... —Si no hubiera estado...pudo haberte violado —Adam golpea la pared y se inclina sobre Annabella, su cabeza la apoya en la pared y cierra los ojos —maldición, no quiero pensar ni imaginarme eso, ese tipo merece estar muerto ya —No digas eso, tranquilo —le habla suavemente —No puedo tranquilizarme, estoy a punto de tirar fuego por mi boca Annabella agarra la camisa de Adam y la aprieta en sus puños. Adam se acerca mas hasta que sus cuerpos se tocan. —Adam —él gruñe Annabella apoya su cabeza en Adam y se quedan así. Adam se separa primero. —Ve a casa Annabella asiente. —Te pediré un taxi, vamos —Traje el auto de mi papá —Entonces te acompañare —Te iras tu también de aquí ¿cierto? No harás nada estúpido Adam no pudo prometer eso. —Vamos —Adam le toma la mano y la lleva con mas cuidado por las gradas Cuando llegan al primer piso, el guardia esta dormido así que solo siguen adelante. —¿Te gustaría ir a comer conmigo? —pregunto tímidamente —Iré, pero si tu invitas Anna rueda sus ojos. —Ya vas de tacaño Adam se ríe levemente. El auto de Annabella se encuentra a un lado del edificio, así que caminan en silencio hasta llegar al carro. —Que bueno que traía mis llaves, deje mis cosas en la oficina —Lo siento —Esta bien, lo recogeré mañana Adam asiente. —Tengo que entrar, puedo tomarlas si me dices donde están —Piso tres, la única oficina que esta abierta, mi escritorio es el único con cosas en el —Ok —asiente Annabella se sienta en el auto pero deja la puerta abierta, Adam se apoya en ella y se inclina hacia adelante. —Maneja con cuidado —Si —sonríe —gracias por ayudarme —Siempre estaré para ayudarte Annabella sonríe y baja la mirada apenada, y se sonroja un poco al decirle: —Estoy feliz de verte de nuevo Adam se queda callado mirándola, se inclina un poco mas para estar mas cerca de Anna. —Hey —le susurra Ella levanta la cabeza y Adam le da un beso en la frente. —Descansa Adam se aparta y cierra la puerta. Annabella lo ve por la ventana y luego enciende el carro. Adam espera a que el carro se aleje y vuelve a entrar en el edificio. Annabella mira por el retrovisor y suspira. Increíble. Lleva una manzana recorrida cuando se da cuenta que no tiene el numero de Adam. Lo necesita. Ahora que ha vuelto a ver a Adam, no quiere que hayan mas distancias. Siempre ha estado en sus pensamiento y sueños. Annabella gira en la siguiente manzana, tiene que regresar antes que sea demasiado tarde. Se parquea en la entrada y se baja, corre por las escaleras y va al tercer piso, sus cosas todavía están allí, así que tuvo que haber subido a la oficina de su jefe, toma sus cosas y regresa al as escaleras. Cuando llega al piso correcto, esta sin respiración. —Debería de hacer un poco de ejercicio, no soy nada resistente —susurra para si misma, pero entonces se detiene por los gritos —¡Hijo de puta, ojala te hubiera matado mucho antes, jamás volverás a tocarla! —¡Te haz vuelto loco! —Tu hermano mayor me p**o para asesinarte —¿Que? —Al principio...venia solo por el dinero, pero luego...es por todas las mujeres que seguramente has abusado —No te tengo miedo, van a atraparte Adam se ríe y a Annabella se le eriza la piel. Annabella se apresura a la puerta. —¡Adam! —pero es demasiado tarde porque Adam le dispara a su victima
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