(agosto 4, 2019, Mendocino, California, USA)
(Serena Maxwell McNamara)
Los vi enseñar a los chicos a diferenciar las bayas silvestres comestibles y otras plantas y hongos de los que no lo son, también les observé pescar e ir a explorar, Max estaba enfurruñado y como estaba enojado Emma le dijo
-Agente nada pasara, ella es así, venga vayamos al Nido de la Paloma a ver sui fue por ahí.
Los vi alejarse, sabía que se darían cuenta que había estado en el lugar, pero no me deje ver; Así paso todo el día, Emma y Max volvieron y vi a Max un poco más tranquilo.
Cuando comían les envié un mensaje, pero esta vez con una flecha, el mensaje decir
- “Nathan, deben cazar sin pólvora y pescar sin equipo.” – obviamente había disparado desde un árbol, por lo que no me vieron.
Nathan, Jesse y los demás instructores los llevaron de cacería, como había ordenado sin pólvora, por lo que los chicos tuvieron que hacer sus propias armas, arcos y flechas o simples lanzas y la pesca sin equipo les tomo algo de tiempo.
Esa noche, dispare otro mensaje en el que indicaba.
- “Nathan, enséñenles rescate, ve a la cascada”. - cuando lancé la flecha, sorprendí a Frank que otra vez estaba de guardia.
Vi como Frank tomaba la flecha y tras leer el mensaje, se lo llevo a Nathan, Max estaba hablando con él. Poco después todos fueron enviados a dormir, pues al día siguiente tendrían que caminar, aprender a escalar, para subir una colina y a rapelear el descenso, a fin de hacer rescates.
Yo me alejé y me fui al Nido de la Paloma, en donde una vez más, encendí fuego para calentar algo de carne, estaba lista para irme a dormir cuando Max apareció, seguido de Nathan
- ¿Por qué huiste? - pregunto Max
-No hui, solo no estoy presente, así no se sienten presionados.
-Serena, dejaste el campamento por la noche, eso es huir. - dijo Max
-Max cuando entenderás que yo hago lo que creo que es conveniente y no lo que me ordenan, te lo dijo Jesse, aquí lo más peligroso soy yo en estos momentos y estoy muy segura de que cerca no hay ni osos ni pumas o lobos ¿Sabes porque lo sé? Porque los he estado cuidando y me encargo de eso, los chicos necesitan saber que confió en que aprenderán, por eso me desvanecí en la noche, ellos prestan atención y aprenden porque saben que confió en ellos ¿Por qué tu no confías en mí? - le digo
-Confió en ti, pero no puedo dejarte sola, es peligroso. - me responde
-Cielos Max, que peligros puedo correr, te lo dijo Jesse y te lo acabo de repetir yo y se bien que te lo han dicho otros, aquí lo único peligroso soy yo y no estoy cabreada, aprendí muy bien mi lección la vez anterior, así que no dejo que nadie me sorprenda ni amenace.
-Pues nosotros te sorprendimos hace un momento. - dijo Max
-La verdad es que no, ya te esperaba; solo tardaste más de lo que creí. Nathan tienen que regresar y seguir con lo ordenado. - le dije y este asintió.
-Agente, será mejor que venga conmigo, ella ha estado todo el día sobre nosotros y ni la notamos, eso debe decirle lo buena que es. - dijo Nathan tratando de llevarse a Max.
Este me miro y solo negó con la cabeza y dijo
-Mi deber es cuidarla
- ¿Y crees que señalando a otros donde me escondo me cuidas? – le pregunto, estilo tomo por sorpresa pues pregunto
- ¿Qué otros? ¿Acaso hay alguna amenaza y no me he enterado?
-La amenaza en la misma Max y bueno si han sido tan persistentes los últimos catorce años, bien podrían estarnos vigilando, aunque en mis rondas no he encontrado nada que los delate y ellos no son tan buenos. - le respondo.
- ¿Están los terroristas aquí o no Serena? - pregunta Max acercándose.
-Yo que sé, no he visto a nadie extraño, aunque olí humo a diez millas de aquí. - le respondo
-A diez millas ¿fuiste tan lejos? - pregunto Nathan
-Tenía que asegurarme que no tendrían problemas. - le dije sonriendo.
- ¿Quién podría ser? - pregunto Max.
-No sé, pero es temporada de campistas aun, así que podría ser cualquiera, ellos están bastante lejos no son de cuidado. - recordó Nathan
-Pueden irse tranquilos, no hay problemas a la vista. - les digo.
Max y Nathan se van, no sin algo de renuncia por parte de Max, más él sabía que yo estaría bien, además estaba a solo trescientos metros entre los árboles.