¿Y qué diría ahora? Siendo honesto no tenía ninguna respuesta en mente, pues ella estaba totalmente en lo cierto. No éramos absolutamente nada, su dedo anular estaba libre de cualquier anillo de compromiso, sin embargo, no pude evitar sentir una carga negativa dentro de mi pecho, lo que ocasionaba que la sangre me hirviera, que los inmensas ganas por romper algo entre mis manos empezara a inquietarme. Soy una persona que mantiene el autocontrol, pero últimamente desde que ella había aparecido, simplemente ya no podía darle órdenes a mi cuerpo. Maldita sea, ¿por qué por qué con ella? ¿por qué me importa lo que diga haga o con quien vaya? Simplemente debería enfocarme en quien es mi esposa, pero no puedo. Siento las ganas de tomarla de los brazos llevarla lo más lejos posible, pero ni siqu