—Aclarame eso, ¿a qué te refieres con sapo? —Ya dije —esta vez yo le guiñé un ojo, burlándome de su expresión de aparentar estar enojado, porque cuando él estaba realmente molesto, lanzaba gritos y no se quedaba así. —Bueno, tal vez pueda darte la razón si veo de cerca el abogadito que está detrás de ti, ese podría llamarlo sapo. —¿De modo que crees que Jeremy yo sí estuvimos juntos? —me reí. —¿Por qué sigues negándolo? Un simple amigo no anda detrás de una mujer pegado todo el tiempo, a no ser que quiera algo más. —¡Vaya! Mira qué inteligente te volviste, pues recuerda que Hera fue precisamente así contigo, sin embargo, tú decías que solo era una empleada más, que ella no estaba interesada en ti, y mira como acabaste. —Bueno, qué mejor que yo para decirte la verdad, entonces te habl