—Lys muñeca —murmuró Roy, llevándose las manos a los labios al asimilar la respuesta que yo le había otorgado a todos los que estaban presentes —.A-a ver todos, esto es un asunto personal. Por favor continúen todos trabajando muchachos, no hay ningún espectáculo aquí —rápidamente Roy trató de hacer que todas las demás caras se retirasen.
Mientras uno a uno iban abandonando el espacio. Diaval permanecía completamente congelado, sin apartar su mirada de mis ojos.
—Yo también debo retirarme, los dejo a solas —dijo Roy, dejándo a Diaval y a mi a solas.
—De hecho, creo que aquí no hay nada más que decir. He contestado a tu pregunta y debo preparar una reunión, con permiso —estuve a punto de dejar a Diaval solo, sin embargo, él tomó mi muñeca, evitando que yo me marchara. Sus labios entreabie
