Tras terminar de dar sus rondas en la mansión Di Montelroso y hablar tanto con sus hombres como la seguridad que estaba proporcionando las autoridades humanas, Luther sacó su teléfono y le envió un mensaje a Caden preguntándole si todo estaba listo. Esperando que su jefe le respondiera, observó el hermoso jardín que rodeaba la casa y sus azules ojos se concentraron en cierta casa aparte conectada a la mansión. Dicho lugar, era antes el invernadero de la madre de su chico, según descubrió tras estudiar los planos. El solo recordar lo que Zac le había contado, seguía colocando furioso tanto a Luther como a su animal, y no mejoraba al descubrir que el único lugar donde probablemente tendría un grato recuerdo de su horrorosa infancia, fue destruido solo para que unos empleados innecesarios t