Capítulo 16

2256 Words
Zac podía pensar en muchos lugares más interesantes en los cuales podría estar en ese momento. Acosando a algún famoso, por ejemplo. Persiguiendo a Asher. Investigando en internet un chisme o una pista que perseguir. O simplemente estar en su departamento sin hacer nada más que ser un perezoso. Cualquier cosa sonaba mucho mejor que estar encerrado en el hospital, a la espera de que la esposa de su padre llegara y que el médico saliera a dar un informe respecto al estado de este. Si no fuera por Luther, quien al recibir la llamada simplemente lo subió a su automóvil y condujo hasta ahí, Zac ni siquiera se habría tomado la molestia de viajar para saber el estado en el cual se encontraba su padre. Pero como aparentemente su guardaespaldas tenía que estar presente para recibir el informe al ser como el jefe de todos ellos, no hubo realmente una opción para él. Sí, muchos podrían considerar que su trato era muy frío y despectivo, pero en lo que a Zachariah concierne, no tenía por qué mostrar preocupación por una persona que nunca la mostró por él o su madre. Algunos dirían que tener tanto rencor guardado dentro de uno hacía mal, pero no para Zac. Él estaba más que bien recordando con el más mínimo detalle toda la maldita infancia que tuvo junto a su padre, quien en ese entonces consideraba un completo monstruo, un pensamiento que no había cambiado mucho a lo largo de los años. Zac simplemente no quería a su padre. Odiaba a la esposa de este. Y le desagrada ambos hermanos que surgió de dicha relación sucia. Fin del asunto. Uno pensaría, que luego de mostrar tan abiertamente su desagrado, la otra persona dejaría de insistir en arreglar su relación, pero eso no parecía funcionar en Maximo, que de un momento a otro, recordó que también era su padre y deseaba acercarse a él fingiendo que nunca le dañó en el pasado. Cada vez que este se acerca anunciando estar profundamente preocupado, Zac lo sentía tan hipócrita, que apenas y si lograba resistir las ganas de enterrar su puño en su rostro. No importaba cuanto lo intentara su padre, el pasado no podía simplemente ser borrado, y Zac no lo perdonaría ni olvidaría nunca todo lo que les hizo a él y a su madre. Después de todo, el maltrato tanto verbal como físico, dejaba una marca invisible en uno que era imposible de borrar. Sin importar cuánto lo intentara la otra parte por repararlo y arreglarlo. Chasqueando su lengua al llenarse de malos recuerdos en los que no deseaba pensar, Zac agitó su cabeza para sacarlos. Aquellos verdes ojos tan brillantes como el jade observaron un tanto resentido al lobo beta, ya que era por culpa de este que Zac se encontraba en ese maldito lugar. Como si sintiera su mirada, Luther observó en su dirección y su expresión se relajó, casi como si hubiera pensado que ya se habría ido. Desviando la mirada hacia la ventana, Zac observó a través de esta. Si era sincero, él ya había pensado en irse muchas veces, pero la constante mirada intensa del hombre que lo seguía en cada movimiento, más los buitres que se encontraban abajo, protegiendo cada entrada y salida del hospital se lo impidieron. Muchas veces, el joven fotógrafo había estado del otro lado de la línea, siendo uno de esos buitres con sus cámaras a la espera de su oportunidad. Y ahora que estaba ahí, era irritante no haber podido escapar antes para evitar dicha situación. Acercándose, Luther se detuvo al lado de su chico y torció sus labios ante su agobiante silencio y su obvia molestia en su rostro. —Estás molesto... —pronunció. Aquellos hermosos ojos dejaron de observar a través de la ventana y le observaron en silencio. —Sé que no quieres estar aquí, pero realmente necesitaba venir y hablar de lo sucedido con los demás —expresó—. Tu padre fue perseguido en el automóvil, amenazado a base de disparos y tuvo un accidente. No te puedo dejar ir solo a cualquier lado siendo así, el peligro parece haber aumentado demasiado —indicó. Zac emitió un suspiro un tanto exasperado. —Lo sé, esas personas de ahí abajo y tú son la única razón por la cual aún no he desaparecido de aquí —indicó señalando por la ventana—. Pero mi paciencia no durará mucho, por lo que te aconsejo que arregles pronto todo lo que tienes que arreglar antes de que encuentre una manera de irme con o sin ti. —Lo haré. Con esa promesa, Luther se volvió a alejar y se reunió nuevamente con los demás guardaespaldas. Satisfecho con haber dejado claro su deseo, Zac observó a su alrededor y contempló a Anika haciéndole ojitos a su guardaespaldas, quien le ignoraba abiertamente y luego colocó sus ojos en Paxton, quien si se veía preocupado y sacudido por el accidente que tuvo su padre. Pobre cosa, siendo el hijo favorito de papá, realmente debe de estar preocupado y asustado con toda la situación. Sintiendo su mirada, Paxton le observó un momento, y sus verdes ojos parecieron querer decirle algo, pero Zac negó para nada interesado en intentar consolarlo, aunque fuera falsamente. Sacando su teléfono, el humano intentó distraerse un poco navegando en las r************* , pero lamentablemente, en todos lados ya se encontraban hablando de la persecución en auto que tuvo el juez Di Montelroso, la cual terminó en un trágico accidente. —Simplemente genial, espero que Gertru no haya publicado aún las fotos o todo será enterrado por este accidente —comentó con malhumor. Pasando todas esas noticias, Zac se detuvo en una que parecía haberse perdido entre el ataque de su padre, lo que significaba que si la seguía, sería el único y podría tener algo interesante. Solo tenía que averiguar quién era aquel actor que parecía que pronto se mudaría a su ciudad y cuánta popularidad tenía como para que alguien posteara al respecto. —Dámelo. Ante la chillona voz irritante, Zac alzó la mirada y se encontró con la pequeña figura de Anika, quien era una réplica exacta de su madre, a excepción de sus ojos, lo cual, solo la volvía más molesta para el fotógrafo, como si ya no fuera suficiente con su desagradable personalidad. —¿No me escuchaste, sordo? Te dije que me lo dieras —insistió frunciendo sus delineadas cejas. —Te escuché la primera vez, solo intento averiguar qué es lo que estás exigiendo como si tuvieras todo el derecho de ello —indicó. —Tu guardaespaldas, dámelo. —Ah, eso. Perdiendo el interés, Zac la ignoró y se concentró en su teléfono otra vez. Aunque en realidad no hubiera nada entretenido de observar, sí era divertido apreciar como la princesita se comenzaba a molestar al ser ignorada. —No te hagas el idiota y solo dámelo, es obvio que tú no lo quieres y solo te niegas para molestarme. Soltando un ruidoso bufido, Zac bloqueó su celular. Manteniéndolo en su mano, cruzó sus brazos y la observó fijamente. —¿Qué? —Solo me pregunto si realmente tienes una neurona en tu cabeza o si eres igualita a tu madre incluso en ese aspecto —expresó sincero. —¿Por qué eres tan molesto? —se quejó—. Solo admite que no te agrado y por eso mantienes a Luther contigo. —En primer lugar, nunca he dicho lo contrario. No me agradas, ni tú, ni tu madre, ni tu hermano —aclaró—. En segundo, todas esas son personas que han venido aquí para cuidarnos, no son objetos, por lo que no tienes ningún derecho a exigir nada. —No me vengas ahora a decir que eres una persona decente y buena que te interesan los demás, porque todos aquí sabemos que no es así —se burló Anika, llamando la atención de otros. —No estoy fingiendo nada, no me interesa lo que opinan los demás de mí, pero a diferencia de ti, sé que son personas y no las trato como objetos o basura —corrigió—. Y no me interesas tanto como para mantener a Luther para mí solo para molestarte, solo sucede que él no está interesado en cuidar tu culo de princesa, razón por la cual te rechazo antes, ahora y lo seguirá haciendo. —No quiso protegerme porque convenciste a papá de que te lo diera a ti —argumentó. —Por favor, como si realmente le hubiera hablado alguna vez a papá para pedirle algo, a diferencia de ti, yo sí puedo conseguir lo que quiero por mi cuenta —indicó—. Solo acepta que Luther pasó de tu lujuriosa mirada acosadora porque no está interesado en j***r a menores de edad con hormonas revueltas. Si estás tan desesperada y cachonda, ve a buscar a uno de esos amigos con los cuales te drogas y listo —resolvió. Anika abrió su boca y boqueó como un pez, sin poder creer que le había dicho tales palabras a ella. Cuando finalmente encontró su voz nuevamente, su rostro estaba entre rosado y rojo. —Yo no hago ese tipo de cosas —chilló. —Claro. Aquí es cuando finjo que te creo, así como que no sé que sobornas a todo el mundo para conseguir lo que quieres —asintió. —Tú... Eres realmente un ser desagradable. —Dime algo que me interese —contestó burlesco. —No sé cómo es que puedes ser parte de mi familia. —Lo sé, me pregunto lo mismo cada día —suspiro observándole como si fuera una cosa lamentable. Ambos se observaron fijamente, y cuando pareció que la princesa iba a dejar su corona y hacer algo interesante, Paxton interrumpió colocándose entre ellos para detener todo. —Chicos, ya es suficiente. Estamos en un hospital esperando noticias de papá, no es momento para pelear y discutir entre nosotros —reprochó observando a ambos. —Él comenzó primero, debiste de haber escuchado todas las cosas horribles que me dijo, Paxton —se quejó Anika. —Cierto, Paxton, debiste de haber escuchado todas las cosas horribles que ella me dijo —se burló fingiendo su tono—. ¿Puedes creer que me dijo que soy desagradable solo porque Luther no se la quiere follar? Como si fuera mi culpa que el hombre no esté ni más mínimamente interesado en ella —exclamó negando. Y por supuesto que ni siquiera se molestó en mantener un tono bajo, lo que significó que otros también escucharon. Molesta, Anika le observó furiosa y luego apuntó a su hermano. —¿Realmente vas a dejar que me trate así? Soy tu hermana, golpéalo —ordenó. —Anika, no lo golpearé ni haré de esto más grande cuando estamos en un hospital —gruñó por lo bajo. —Mala idea decirle eso, Paxton, ¿no ves que ahora la princesa quiere llorar y no está su mami para escucharle? —Zac... —pidió Paxton, suplicante. Zac sonrió sin decir nada más y Anika se quejó. —Los odio —anunció observando a ambos antes de alejarse Observando a su hermana, Paxton suspiro y volvió su mirada hacia Zac. —No era necesario ser tan desagradable con ella, aunque no lo creas, también le afecta todo esto a pesar de que no lo demuestre, es nuestro padre quien tuvo un accidente —expresó. —Entonces, debió de haber elegido bien con quien meterse para desquitarse y aliviar su preocupación —argumento despreocupado. —¡Mamá! Ante el grito de Anika, ambos observaron a la misma dirección y contemplaron a Sloane llegar apresuradamente. —¿Cómo está Maximo? ¿Qué sucedió? ¿Cómo es que terminó aquí? —cuestionó observando a todo mundo. Dando un paso adelante, Luther se paró frente a Sloane y enderezó sus hombros. —El señor Di Montelroso sufrió una persecución armada, la cual terminó en un accidente. Hasta el momento no tenemos noticias de su esposo, pero es urgente ver el tema de contratar más seguridad. Ninguno de ustedes está a salvo si las personas que siguen a Courtney Wade decidieron volverse más agresivos —explicó. —¿Más seguridad? —repitió y pasó una mano por su largo cabello. Observando a su hija, la atrajo a su cuerpo y la abrazó. —Yo... Hazlo. No importa a cuantas personas llames, solo tráelas y asegúrate de que toda mi familia sea protegida —ordenó. —Por supuesto. Asintiendo, Luther se alejó con su teléfono en mano y Zac le siguió con la mirada, preguntándose si ya era momento de irse. —Zachariah. Girando su cabeza, Zac observó a la esposa de su padre. —¿Qué? —Deberías de mudarte con nosotros. Todo esto se ha vuelto muy peligroso —expresó. —Aquí, lo que pienso de tu idea —anunció y le mostró su dedo corazón. —¿Cómo te atreves a molestar a mi mamá? —gruñó Anika. —Oh, lo siento, me equivoqué de dedo —explicó y revisó su mano para volver a mostrarle el mismo dedo—. No intentes dártela de madre buena y perfecta, que ambos sabemos la clase de mujer que eres. Sloane le observó en silencio y luego apartó la mirada con una expresión dolida. Sintiendo como los demás le observaban no precisamente de buena forma por su comportamiento, Zac los enfrentó a todos con la mirada, y aun así, ninguno se atrevió a decir nada.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD