La naturaleza humana puede ser muy extraña, ya que muchas de las veces sólo nos damos cuenta de cosas que pueden ser muy obvias cuando algo verdaderamente trascendental nos las pone en frente. Ese día, mientras el cielo plomizo dejaba caer una lluvia tristemente fría, veía a muchas personas que están estimadas, incluso amado, a una persona especial reunidas. Quizá … Quizá en ningún otro momento se habrían reunido allí por todos los muy probablemente distintos motivos que existiesen, porque otros tenían rencillas unos con otros. Porque en algún momento la amistad había terminado y tomado caminos distintos. Porque había habido siempre algo mucho más importante o placentero que hacer. Porque… Bueno, los “porque” podrían no terminar nunca; pero eso no importaba… ya que todo