Había pasado mas de una semana desde que había escuchado de los hermosos labios de Jaqueline que la muy despreciable e infame Hildegard Berlusconi estaba de vuelta en Palermo, hasta ese momento no había tenido el disgusto de verla, sin embargo, esperaba que eso terminaría ocurriendo tarde o temprano…después de todo…ellos tenían algo en común, algo que llevaba nombre y unos hermosos ojos color zafiro. Zeus sabia bien que la bella y pequeña Zinerva Berlusconi era su hija, aquella que engendro con la mujer más frívola y despreciable que existía…sin embargo, no tenia nada en contra de la pequeña que, al parecer, o ignoraba o no recordaba que su padre era el y no Hades…no tenia aun el valor de decirle la verdad a la pequeña, además, de que no se consideraba un buen hombre, no alguien digno de