A la mañana siguiente, Daphne despertó y sentía que no podía moverse. luego sintió una respiración muy cerca de su oído provocando que abriera los ojos de golpe.
—Tú qué haces aquí— exclamó arrojando con un empujón a William al suelo
—Que feos modos de despertar a tu casi prometido— respondió aún medio dormido
—Se puede saber que te pasa— gruño molesto
—Pasa que estoy semidesnuda y tú estabas encima de mi— respondió alterada
— técnicamente mi pierna estaba sobre ti, no puedes culparme, de algo tenía que sostenerme para no caer, ni siquiera sé en qué momento te pasaste del otro lado, tú estabas en la orilla— espeta asombrado
—¿Qué? por qué estábamos durmiendo así y ahí—
—No lo sé tú dime, fuiste tú la que se colocó al lado de mí y no dejaste que me fuera— Daphne se puso r
