LAILA
El beso de Oliver me tomó por sorpresa, pero me gustó tanto que no pude evitar corresponderle. Me hizo sentir cosas que hacía muchos años no sentía y pensé que tal vez no volvería a sentir. Mi corazón está aún muy lastimado por mi pasado, los hombres más importantes de mi vida se han encargado de hacerme miserable, pero Oliver con este beso, me removió todo.
Decidí mejor dejar esos recuerdos y sentimientos de lado y disfrutar un poco de la comida que nos habían servido.
- Menos mal te hicimos caso amor, esto está delicioso – dijo Luke comiendo como si no hubiera un mañana – no pensé que tuviera tanta hambre
- Come tranquilo o te vas a atragantar – le advertí al verlo engullir
- Mi hombre es un cavernícola cuando tiene hambre –
- ¿Solo cuando tengo hambre? –
Los tres nos echamos a reír
- Lo bueno es que, si me atraganto, tengo a mi doctora aquí para que me dé respiración boca a boca -
- ¿Quieres que juguemos a la doctora y el paciente travieso? –
- Ustedes dos son tal para cual – dije riéndome
- Cierto que si – dijeron juntos
- Buenas noches -
- ¡Papi! – gritó de repente Magnolia, se levantó de la mesa y corrió hacia el hombre mayor que nos había saludado, era como ver la versión madura de Oliver, Magnolia soltó a su papá y lo invitó a sentarse con nosotros.
- ¿Todo bien papá? –
- Estoy preocupado, acabo de dejar a tus hermanos a solas en la habitación de Asher, Oliver está tratando de convencerlo para que no se vaya de la casa –
- ¿Crees que lo convenza? –
- Sinceramente cariño, en este momento me conformo con que no se maten mutuamente -
- Pues sí papá, pero lo mejor es que ellos arreglen sus diferencias solos, bueno dejemos eso de lado un momento, te quiero presentar a alguien – dijo mirándome – papi, ella es mi amiga Laila, Laila, te presento a mi papito, Arthur Walker
- Mucho gusto señor Walker –
- El gusto es mío jovencita – dijo el señor Walker – pero qué hacen ustedes acá afuera, porque no pasan con el resto de la familia al comedor principal
- Estamos esperando a Oliver suegro–
- Esos dos se van a demorar un rato tienen mucho que arreglar –
- No te preocupes papi, ese par de renacuajos se aman demasiado, todo estará bien -
- Eso espero cariño, ya está oscureciendo muchachos, mejor entremos -
Los tres entremos a la casa por el lateral de está que daba a una sala de estar bastante espaciosa con dos juegos de sala, seguimos caminando hasta entrar en un comedor enorme de catorce puestos donde se encontraban la mayoría de los familiares de Oliver y Magnolia, el señor Walker se dirigió a una de las cabeceras dobles de la mesa y se sentó junto a la bebé que estaba en la sillita alta como toda una reina, sonriendo y comiendo feliz.
- Familia, les queremos presentar a alguien – dijo Magnolia ganándose la mirada de todos los presentes – ella es mi amiga Laila Viloria
- ¿Viloria? – preguntó el señor Walker alzando una ceja y endureciendo su mirada
Si, justo como me temía, esto va a ser un encuentro muy incómodo
- Ignóralo – susurro Magnolia entre dientes sólo para mí y continúo las presentaciones - Ya a papá lo conoces, la guapa señorita que está a su lado en su sillita es la reina de la casa, Carlota, la espectacular señora que está luchando por alimentarla, es nuestra tía Antonia, su mami – la señora elegante y rubia con ojos azules como el cielo quien vestía un hermoso vestido color champagne a juego con el de su pequeña hija, me sonrió alegremente y me dio un pequeño asentimiento para continuar alimentando a la bebé rubia de ojos grises, regordeta y rozagante que balbuceaba y agitaba sus manitas con mucha alegría – mi tío Alejandro es su esposo y el hermano menor de mi papá
- Un gusto conocerla señorita Viloria – dijo el señor Alejandro, un hombre guapo, muy parecido al señor Arthur, tez blanca, pelinegro, ojos grises claros y aspecto mucho más relajado que su hermano mayor, al menos él mencionó mi apellido sin la malicia a la que ya me había acostumbrado.
- Mis primos Adam y Marco, ellos son los hijos mayores del tío alejo y la tía Antonia – un par de gemelos de unos veinte años, pelinegros y de ojos azules, giraron y ambos sonrieron a la par, levantaron una mano y con las mismas giraron nuevamente a sus platos – a veces dan miedo lo exactos que son, parecen robots – dijo Magnolia ganándose la risa de casi toda la familia – seguidamente la pequeña arpía de la familia
- Magnolia – la regaño su padre – respeta la mesa y a tu familia
- Mis disculpas, la malcriada de los Walker, Paloma – dijo rápidamente, la mencionada se giró y fulmino con la mirada a Magnolia
- Envidia o caridad primita – dijo Paloma, la joven quien tendría unos 17 años, realmente hermosa, como una modelo, rubia con ojos azules un poco más oscuros que los de su madre, carita de muñeca de porcelana perfecta – contrólate, si la crisis de los 30 te está dando duro no te las desquites conmigo, es un placer conocerte Laila – culminó con una dulce sonrisa de dientes perfectos
Luke se acercó a su esposa por detrás y la tomó de la cintura antes de que esta se abalanzara contra la joven, él le susurro algo al oído que la hizo sonreír felizmente y prefirió ignorar a su prima
- La hermosa pelirroja, es mi bella madre – continúo Luke con una enorme sonrisa
Ella le devolvió la sonrisa con el amor rebosado de sus ojos verde aceituna, se levantó de la mesa, caminó hasta nosotros y me dio un abrazo efusivo
- Es un gusto conocerte Laila, yo soy Luciana - se presentó
- La hermosa pareja de la cabecera son nuestros abuelitos bellos, Santiago y Gemma Walker – la pareja mayor, me dieron un asentimiento cortés pero un tanto rígido, la señora pelinegra con algunas canas, vestida muy elegantemente de azul turquesa me miró con sus ojos color avellana llenos de desaprobación, al igual que su marido, un hombre de avanzada edad, de cabello platinado y ojos azul hielo, que a leguas se le notaba que no estaba contento con mi presencia.
- Y quien está junto a ellos es mi esposo y padre de Luke, Mateo –
- Un gusto conocerla señorita – dijo sonriendo y guiñando un ojo, claramente era el Luke del futuro
- Gracias por las presentaciones, es un placer conocerlos a todos… –
- No sabía que una Viloria estuviera invitada a la boda de mi nieto mayor y menos que fuese amiga tuya Magnolia – me interrumpió el señor Santiago mirándome inquisidoramente
Momento incomodo
- Es más – continuó el señor – hace años que cortamos todo vínculo con esa familia
Igual yo, pensé empezándome a enojar
- Yo la invité abuelo, si tienes algún problema con ello, hablémoslo en el despacho –
Antes de que pudiera reaccionar y decir algo por el comentario del señor mayor, la voz de barítono de Oliver nos llegó desde la entrada al comedor, se había quitado la chaqueta del frac, el chaleco y hasta la pajarita, venía con un joven parecido al señor Santiago quien también venía solo con pantalones y camisa de vestir y miraba a todos como ciervo asustado ante los faros, lucía bastante avergonzado y sus ojos estaban rojos, supuse que era su hermano
- Por supuesto que tenemos que hablar, hay muchos asuntos que tratar en familia y a solas, el fiasco que fue el día de hoy no puede quedar en el aire solo porque sí, Oliver, tanto tu como tu hermano nos deben muchas explicaciones, además debemos prepararnos para la reunión del mañana, ciertamente el proyecto LUTUX ya no será una realidad por culpa de las estupideces de ustedes –
Momento aún más incómodo
La madre de Luke quien aún estaba a mi lado se tensó y me dio una sonrisa incómoda que devolví de la misma forma, claramente el patriarca de la familia Walker había hablado y esperaba ser escuchado y obedecido.
- Oliver, Asher, Lucian, Mateo, Arthur y Alejandro, síganme al despacho y no se atrevan a dejarme esperándolos – dijo el señor Santiago retirándose del comedor
- Mierda – murmuró Luke en voz baja
Oliver se acercó a mí y me tomo de la mano y la apretó levemente
- Lamento mucho esto Laila, no pensé que el abuelo reaccionara así, mami Lu – su mirada se dirigió a la madre de Luke - ¿serías tan amable de hacerle compañía a Laila y hacerla sentir bienvenida mientras los hombres nos matamos en la oficina del abuelo? –
- Por supuesto que si Oliver, ve tranquilo, yo la cuido –
- Gracias – su mirada volvió a la mía - disculpa el arrebato del viejo, pequeña, por favor, no vayas a irte
- No me iré –
Con un asentimiento Oliver seguido de los demás citados caminaron en la misma dirección del mayor de los Walker, el ambiente quedó un poco pesado y por unos momentos solo se escuchó el silencio, hasta que la pequeña Carlota, aprovechando que su madre se había distraído por el arrebato de su suegro, tomó su comida y la lanzó salpicando a sus padres y a sus hermanos, riéndose a carcajadas por su travesura siguió agitando sus manitas sacándonos risas a todos los presentes
- ¡Carlota detente! – trató de regañarla su madre, pero la risa no la dejaba
- Así que quieres jugar rudo, eh enana maleducada – dijo uno de los gemelos – prepárate – dijo el otro mientras catapultaba una col de Bruselas con su cuchara hacia su hermana
- Adam, Marco, por favor no, ni se les ocurra tirar más comida, mocosos impertinentes -
- Nada mejor que un bebé para aligerar el clima – dijo Magnolia – lamento que el abuelo fuese tan grosero
- No te preocupes, es apenas comprensible que esté enojado con todo lo que ocurrió hoy con tus hermanos –
- Sin embargo, eso no es todo lo que lo enojó – dijo la señora Gemma sorprendiéndonos por lo sigilosa que se había acercado a nosotros –los Viloria no son bienvenidos en esta casa – sentenció haciendo que todos miraran entre ella y yo
Y así el ambiente volvió a tensarse en sobremanera, los gemelos se levantaron de la mesa en silencio y empezaron a limpiar el desorden que habían provocado con la bebé, Paloma también se levantó, sacó a su hermana de la silla alta y se fue seguida de su madre, la señora Gemma siguió viéndome de mala manera esperando mi reacción
- ¿Abuela tú también vas a ponerte con groserías? –
- No son groserías Magnolia, es sinceridad pura y directa, las cosas son como son o dejan de ser –
El silencio reunió durante unos segundos, poniéndonos a todos tensos nuevamente
- Luciana, Magnolia, porque no van a la cocina y supervisan que los jóvenes del catering terminen de empacar la comida que se llevará a la fundación, ustedes son las encargadas de ella –
Ambas me miraron con cara de no querer obedecer a la señora, pero sin muchas opciones, el ambiente estaba muy tenso y lo último que quería hacer era contribuir a la tensión
- No se preocupen, vayan yo las espero aquí – les dije con una sonrisa
- Yo le haré compañía a la señorita mientras ustedes vuelven – complementó la matriarca de los Walker
Tanto Magnolia como la señora Luciana suspiraron y se fueron a la cocina dejándome con la señora Gemma quien apenas vio desaparecer de la estancia a las dos mujeres me tomó del brazo con más fuerza de la que aparentaba tener.
- En este momento me vas a decir que busca una Viloria en mi casa -
- Señora Gemma yo no busco absolutamente nada en su casa y no tenía idea que no era bienvenida aquí -
- Si claro cómo no, yo no creo en casualidades jovencita -
- Señora, le puedo asegurar que sí, es una completa casualidad que hoy haya conocido a sus nietos y ellos me hayan invitado a venir, pero si mi presencia le incomoda tanto ya mismo me voy de su casa -
La señora ni corta ni perezosa me sacó de la casa apenas escuchó mis palabras, me llevó prácticamente a rastras por el jardín hasta el recibidor principal.
- Thelma - dijo llamando la atención de la rubia – dile a Milcíades que lleve a esta mujer donde ella le indique
La señora asintió y se alejó de nosotras para ir a conseguir mi transporte
- No te quiero volver a ver en mi casa y mucho menos quiero saber que vuelves a ver a mis nietos, no quiero que se junten con alguien como tú ¿te queda claro? -
- Como el agua señora, pero quiero que le quede clara una cosa a usted, no tengo ni idea que le hicieron los Viloria y por qué los odia tanto, pero créame, no es la única, mi vínculo con esa gente es meramente genético y más pronto que tarde, reivindicaré el apellido que llevo con orgullo por honor a la memoria de la única persona que me importa de esa familia, mi tía Juliette Viloria - diciéndole eso me liberé de su agarre
- Ella fue la única persona decente de esa familia – me rebatió
- Tiene toda la razón -
- El auto está listo – nos informó la Planner
- Buenas noches, señoras -
No deje que me contestaran, giré en mis talones y me marché, definitivamente, no fue buena idea venir a esta casa.