15: LA VERDAD DETRÁS DE LAILA PT2

4888 Words
LAILA Oliver quería saber el resto de la historia y de alguna manera sentía que debía seguirle contando y estaba dispuesta a hacerlo, pero las palabras me estaban fallando, al igual que mi respiración. - Respira preciosa – susurro Oliver acariciando mi espalda – si no quieres no tienes que seguir contándome - Quiero hacerlo – dije tratando de calmarme – no es fácil, pero quiero hacerlo, ya te conté la peor parte, pero aún quedan algunas cosas que hacen daño El asintió y volvió a besarme en los labios suavemente, acarició mi rostro y me atrajo a sus brazos, se sentó en el centro de la cama y me acomodó en su regazo, sentada de lado sobre sus piernas, mi cabeza descansando en su hombro, tome una bocanada de aire y solté lo que tenía atascado en mi garganta - Por casi un año me siguió buscando en las noches – dije casi en un hilo de voz - Ese maldito bastardo – siseó con furia Oliver me atrajo más a su cuerpo, acarició mi espalda y mi cabello - Fue un año difícil no creo que hubiera podido aguantar mucho de no ser por mi tía Juliette que regresó y se las ingenió con el chofer y el ama de llaves de la casa para vernos a escondidas – - ¿Nunca le contaste nada a tu tía? – - No, tenía mucho miedo y vergüenza, ella se enteró muchos años después cuando nos reencontramos – tome otra bocanada de aire y continué – una noche mi madre descubrió lo que estaba pasando y simplemente sonrió y le dijo a Danilo que me disfrutara, desde ese día supe que estaba completamente sola y nunca volví a hablar con nadie - ¡Hija de puta! – el enojo volvió al cuerpo de Oliver, lo sentí tensarse bajo de mí - Para ella siempre fui un estorbo, pero nunca pensé que estuviera de acuerdo con algo así, durante mucho tiempo tuve la tonta esperanza que ella descubriría todo y me ayudaría, pero no fue así – - Ella tampoco merece que la llames madre – asentí - Cuando estaba por cumplir los doce, el… él dijo que ya era hora de que lo dejara entrar en mí, yo… - recordar lo sucedido me hacía sentir enferma - Infeliz – - No lo pude soportar más Oliver, en ese momento supe que si no hacia algo para detenerlo – - ¿Fue cuando escapaste? – asentí nuevamente - Esa noche me llené de tanto pánico, no quería que él me tocara más, sentía demasiado asco y ni siquiera lo pensé dos veces, no me importaron las consecuencias, esa semana había ganado un trofeo de deletreo en la escuela y lo tenía junto a mi cama, así que lo golpee con eso en la cabeza con todas mis fuerzas – - Bien hecho cariño – resople una risa triste - Lo deje inconsciente – confesé - Esa es mi chica – dijo Oliver besando mi frente, acarició mi rostro y me miro a los ojos – pero no más trofeos de deletreo cerca a nuestra cama Sin poder evitarlo estallamos en risas, el peso de mi confesión desapareciendo de mis hombros, el sabor amargo que siempre tenía en mi boca al recordar, disipándose casi por completo, en serio me estaba enamorando de este hombre. - Nunca te lastimaría Oli – dije acariciando su cara - Lo sé preciosa, yo tampoco te lastimaría, jamás, te lo prometo – Nos volvimos a besar suavemente, me encantan las sensaciones que tengo en todo mi cuerpo al besar a Oliver, es sencillamente magnifico, perfecto y no quiero dejar de besarlo nunca, lastimosamente no podemos vivir sin oxígeno. -Agarré la mochila que usaba para el colegio guarde algo de ropa, algunas cosas y me fui sin mirar atrás, terminé en el bosque, perdida durante dos días, estaba tan cansada, asustada, con hambre, sed y mucho sueño, cuando ya no pude más decidí ocultarme entre unos arbustos y me dejé ir, cuando desperté ya era de día y estaba rodeada de Loren, Luisa y sus abuelos, tenía una intravenosa en mi mano y estaba cubierta por una manta térmica, si no me hubieran encontrado ese día creo que me hubiera muerto en el bosque – Oliver beso mi mejilla y acarició mi brazo suavemente de arriba hacia abajo reconfortándome - La abuela Fabiola y el abuelo Malcom me acogieron en su casa y me criaron como si fuera otra nieta, ellos se habían hecho cargo de las mellizas cuando sus padres murieron en un accidente de avión cuando eran muy niñas, crecimos en una casita modesta en el Bronx, el abuelo Malcom era profesor así que nos educó en casa, desafortunadamente perdió la batalla contra el cáncer y falleció poco después que nos ayudara a terminar el secundario, así que la prepa la hicimos presencial en el Bronx High School of Science y luego decidimos irnos a la universidad a estudiar cualquier cosa que no tuviera que ver con ciencias – la sonrisa de Oliver iluminó su rostro - Bastante lejos de París y esa vida de opulencia que siempre han dicho que has vivido - - Lo sé, ¿sabes? Nunca he conocido París – Oliver acarició mi mejilla con sus nudillos – no fui a Europa hasta hace un par de años con las chicas y mi tía cuando iniciamos la constructora, cuando vivíamos con los abuelos, lo hacíamos con lo justo, a veces íbamos de excursión o a la playa, fuera del país sólo viajamos a Canadá unas cuantas veces con Jackson y su hermano - ¿Jackson? – preguntó algo incomodo - Mi primer novio – confesé, él aclaró su garganta y me desvió la mirada unos segundos, luego volvió a mirarme con un deje de incomodidad, así que mejor continué, retirando de un tirón la bandita – estuvimos juntos durante casi seis años – su cara se arrugó un momento – si quieres me salto esa parte de la historia - No, quiero oírlo – tomo una respiración profunda y sus mejillas se sonrojaron – solo evítame los detalles íntimos No pude evitar que una risa se elevara por mi garganta al verlo tan mortificado - Eso sería como el 80% de la historia – - Laila – un llamado de advertencia - Esta bien, lo siento, me comportaré - dije ahogando una risa – fue en la prepa donde conocimos a los hermanos Davis, Jackson y Robert, él y Luisa tuvieron un flechazo instantáneo y al poco tiempo de entrar a la escuela, empezaron una relación, Jackson siempre fue muy especial conmigo y nos hicimos muy buenos amigos, cuando menos lo pensé nos enamoramos. Espere un momento para ver la reacción de Oliver, pero él se quedó tranquilo esperando a que continuara contándole - Al principio todo fue muy romántico, el me respetaba mucho y éramos muy unidos, Robert fue reclutado por la NHL en su último año y Jackson junto con otros amigos comenzaron un grupo de gamers, incluso Loren y yo participamos en varios torneos - - Quien diría que eras una chica de videojuegos – - Me desestresan – dije encogiéndome de hombros - algunas veces cuando quiero matar a Loren por sus tonterías simplemente descargo mi ira en algún juego de guerra – ambos reímos ante mi admisión – es divertido - Cuando hagamos pijamadas con los chicos te llevaré así puedes patearles el trasero – - Eso me encantaría – bese la comisura de su boca – Jackson y yo nos volvimos un gran equipo de juegos y eso nos acercó cada vez más, empezamos a tontear entre nosotros pero cada vez que intentábamos ir más allá yo me congelaba, era frustrante pero Jackson me tuvo mucha paciencia, luego de un año juntos me convenció de ir a un terapeuta, dijo que si no era capaz de decirle a él lo que me pasaba tenía que decírselo a alguien más y quien mejor que un profesional para que me ayudara a superar mis traumas, incluso algunas sesiones las hicimos juntos - Debo admitir que fue una buena idea – - Si, lo fue, de hecho, fue una excelente idea, la terapeuta me ayudo muchísimo y después nosotros… bueno pudimos… - - Sin detalles – me interrumpió Oliver - Bien… Digamos que nuestra relación progreso, pero teníamos muchos altibajos sobre todo cuando él quería ir hacia el sur y yo terminaba angustiada llorando, en nuestro segundo aniversario me llené de valor y le conté lo que me paso con Danilo, pero no le pude contar todo, ponerlo en palabras con él en ese momento fue hacerlo real. - ¿Cómo lo tomo? – - Estaba furioso, también quiso matarlo – Oliver asintió – Jackson prefirió no volver a tocar el tema y tampoco hacer nada que me incomodara y por un tiempo estuvimos muy bien, su hermano Robert fue transferido a Chicago cuando terminamos la preparatoria y le propuso a Luisa irse a vivir con él, un par de meses después, la abuela Fabiola tuvo un infarto y falleció, las chicas y yo estábamos destrozadas y Luisa quiso devolverse para estar con su hermana pero Robert propuso que mejor todos nos fuéramos para Chicago con él y así lo hicimos, los primeros meses de convivencia con Jackson fueron difíciles y lo tomé como algo normal por el cambio de ciudad, de ambiente pero Jackson siguió con su raro comportamiento por mucho más tiempo del razonable - ¿Qué hacía? – - Se volvió muy controlador con mis cosas, empezamos a discutir mucho y a veces nos decíamos cosas muy feas, tienes que saber que tengo un carácter muy fuerte cuando estoy enojada – forcé una sonrisa, Oliver no la correspondió - al principio le parecía bien que todos viviéramos en el apartamento con su hermano pero después todo le fastidiaba, que si sus compañeros venían o que si nos invitaban a alguna fiesta, empezó a celarme hasta con el viento, nos ponía caras y hacia comentarios desaprobatorios por cualquier cosa, era muy frustrante. - Las chicas y yo habíamos conseguido trabajo en un restaurante-bar de lujo con la ayuda de uno de los compañeros de Robert y un día el gerente me escuchó cantar en los casilleros y me propuso hacerlo en las noches en vez de ser mesera todo el día, así podría estudiar en las mañanas, probé suerte y las propinas se me triplicaron en poco tiempo, para ese tiempo Jackson dejo de trabajar para concentrarse más en el grupo de gamers por que según él, los tenía descuidados, no quise hacer gran drama por eso porque siguió ayudando en la casa y cuando jugaba dejaba de andar tan gruñón. - Lo malo fue cuando pretendió que todos los gastos que nos correspondían como pareja los solventara yo sola mientras él se enfocaba en jugar todo el día, cuando trataba de hablar de su cambio de actitud terminábamos peleando, me decía cosas muy feas, me hacía sentir mal conmigo misma, nos volvimos muy tóxicos, hasta que boom, todo estalló y lo mandé a freír espárragos – Esta vez Oliver si sonrió - Mi parte favorita de la historia – dijo - La de las mellizas también, Loren lo odia, pero Luisa lo detesta, hace unos meses lo vio por la calle, se había formado un charco de agua lluvia y ella aceleró la camioneta al pasar y lo baño completo, llegó super emocionada contándonos su hazaña - - Ya tengo melliza favorita – - Nunca digas eso en público – dije riendo – él se ganó el odio de todas nosotras a pulso, incluso su hermano duro muchos años enojado con él porque su actitud hizo que su relación con Luisa terminara en malos términos, sobre todo cuando estalló en celos cuando casi me matan en una presentación, eso fue el inicio del fin – Oliver se congelo momentáneamente y luego suspiró - En serio, necesito que expliques eso muy detalladamente – - Como ya te dije en Chicago cantaba en el restaurante-bar y allí conocí al director de un grupo de artistas quien me propuso hacer parte del grupo, me pareció divertido así que acepte, como solo eran los fines de semana en los que practicábamos y hacíamos las presentaciones, a veces nos contrataban en escuelas para las fechas especiales o en programas de las comunidades para amenizar, fue en una de esas presentaciones donde hubo un tiroteo, las chicas y yo concluimos que fue más un atentado dirigido a mí que algo al azar - ¿Eso dijeron las autoridades? – negué sacudiendo mi cabeza a ambos lados – Entonces ¿Qué les hizo llegar a deducir eso, supieron quién fue el responsable? – - A ciencia cierta y con pruebas no, pero las chicas y yo siempre sospechamos de mis padres, son los únicos enemigos que tengo, aunque nunca dijimos eso a la policía así que todo quedó como un tiroteo al azar – el ceño de Oliver se frunció en enojo, pase mis dedos sobre su frente y el entrecejo tratando de distraerlo – el asunto es que, una de las chicas que hacía acrobacias conmigo estaba muy enojada que todos los papeles principales los tuviera yo y ella siempre era la suplente sin importar que llevaba más tiempo en el grupo, se enfadó tanto esa vez que me encerró en la bodega del centro comunitario donde nos íbamos a presentar, se vistió con mi ropa y salió al show haciéndose pasar por mí, casi siempre usábamos antifaces así que… - respire hondo - por un largo rato todos pensaron que era yo, ella murió baleada, dos tiros en la espalda, uno en la frente y el otro en el pecho, cayó sin vida al escenario - Mierda – - Luisa, Loren, Robert y un par de sus compañeros de equipo estaban entre el público y enloquecieron al tratar de acercarse al escenario en medio del caos, los policías que estaban ayudando en el espectáculo acordonaron el lugar rápido y no los dejaban pasar, perdieron la paciencia y se fueron a los golpes con ellos y claro, los arrestaron, a mí me encontraron los investigadores más tarde cuando estaban haciendo el levantamiento del cadáver, salir y ver la escena del crimen fue, sinceramente espantoso, pensar que pude ser yo… – Oliver me acercó más a su cuerpo y me acaricio suavemente por todo mi cuerpo reconfortándome - ¿Y este tipo Jackson, no estaba ahí con ustedes? – pregunto después de un rato - No, él nunca fue a ninguna de las presentaciones, decía que lo aburrían, por más que su propio hermano le insistía en que nos acompañara cuando él estaba en temporada baja e integrarnos, no se interesó por socializar con nadie más que no fuera su grupo de gamers - - Que idiota – me encogí de hombros y continué - Parecía un autómata, computador, consolas – Oliver puso los ojos en blanco y yo me reí al verlo hacer ese gesto infantil – el caso es que después que me encontraran en la bodega, me llevaron a declarar en la comisaria y dejaron libres a los chicos, nos devolvimos al apartamento casi al amanecer, Jackson estaba enojadísimo porque según él, me había ido de fiesta con sus amigos y quien sabe con cuántos más, básicamente me acuso de venir de una orgia - ¿El tiroteo no salió en las noticias? – - Si pero él no veía noticias, así que no tenía idea de lo que había pasado en el centro comunitario y tampoco nos dejó explicarle, sólo estaban sus razonamientos sin fundamento, Robert y sus amigos indignados por su estupidez se fueron a los puños con él, Luisa se enojó tanto que también terminó dándole un puñetazo, fue horrible, Robert estaba furioso pero le pedimos que no le diera importancia al asunto, ya tenía bastante en su plato por tener que explicar a los directivos de su equipo porque había pasado la noche en una comisaría, además de que empezaba la temporada de juegos y debía enfocarse en su entrenamiento y estaba demasiado avergonzada con sus amigos – Oliver asintió comprendiendo - Al día siguiente cuando salió todo a la luz y los periodistas hicieron feria de lo ocurrido, fue cuando Jackson se enteró de todo, pero ni siquiera se disculpó con nosotras o con su hermano, lo único que dijo fue que a la próxima le avisáramos en los líos que nos metíamos para no “preocuparse” – hice las comillas con los dedos - Imbécil – asentí - Ninguno de nosotros entendimos porque cambió tanto, peleaba con nosotros todo el tiempo y luego se volvía un retraído, solo vivía para jugar, empecé a no soportarlo, una semana después del tiroteo el siguió sin disculparse así que me mude a la habitación de Loren, las discusiones continuaron, ni su hermano se lo aguantaba, fueron tantas las riñas, que si trabajaba, que si ganaba más que el, que si estudiaba, que si los bailarines, que si mis compañeros, que si los jugadores, hasta si me miraba una mosca, para él todo era un problema, fueron tantas las riñas que hasta Luisa y Robert empezaron a discutir hasta que terminaron - - Robert solicitó su transferencia y lo enviaron a Canadá, las chicas regresaron a New York y nosotros nos mudamos a un apartamento más pequeño, pensé que estando solos las cosas mejorarían, pero me equivoque totalmente, la situación empeoró, peleábamos mañana, tarde y noche, ya ni siquiera soportaba su toque – Oliver se puso rígido y trago con fuerza - ¿Te hizo daño? El, alguna vez… - - No – lo interrumpí antes de que su imaginación volara más – nunca me lastimo físicamente, pero las discusiones y peleas eran insoportables, el último año que estuvimos juntos ni siquiera funcionábamos en la cama, de cierto modo lo agradecí, pero fue muy triste y frustrante ver como el hombre del que me enamore se desvanecía frente a mi cada día más - Dejó que sus propias inseguridades lo consumieran - - Tal vez, el caso fue que por más que traté de ayudarlo a progresar él se enfrasco en solo querer estar en casa y jugar hasta que se quedaba dormido frente al computador, empecé incluso a sentir que tal vez el problema era que ya no le gustaba como mujer y por eso prefería jugar todo el tiempo - - No digas eso, él dejó que los juegos lo consumieran volviéndolo un vicioso, no tuvo que ver contigo, el juego por diversión no es malo, me parece que es una buena forma de desestresarnos de los problemas del día a día pero solo en nuestros ratos de ocio, yo lo hago con mi familia – asentí - el verdadero problema es cuando nos obsesionamos y solo pensamos en jugar, y todas las líneas se borran, eso fue lo que le paso a él, no supo equilibrar el juego con el resto de su vida, ¿tú crees que yo dejaría de estar en la cama con una mujer hermosa y deliciosa como tú por estar frente a una pantalla? Jamás Sus palabras me encendieron, me levante y me senté en su regazo a horcajadas y el rodeo mis caderas con sus manos, acerque mi boca a su cuello y empecé a repartir pequeños besos húmedos hasta llegar a su boca, sus manos acariciaban mis caderas y mi trasero, mordí su labio inferior y le di un beso en la comisura de la boca - Pequeña, si de algo puedes estar segura es que jamás voy a dejar de desearte – susurro en mi boca – por más que peleemos, porque no te puedo prometer que algún día no lo hagamos, nunca dejare que eso me aleje de ti Asentí y volví a morder su labio inferior con algo más de fuerza ganándome un jadeo de su parte, apretó su agarre sobre mi trasero y empezó a frotarme sobre su erección - No quiero que le vuelvas a dedicar un solo minuto a ese pensamiento, eres una mujer totalmente deseable – dijo para luego besarme apasionadamente sus manos acariciaban mis senos sobre mi bata, la fricción de la tela se sentía exquisita sobre mi piel sensible, la habitación empezó a ponerse muy caliente Oliver desato el nudo de mi bata y la abrió para acariciar mis pechos, mis pezones se pusieron duros con sus atenciones y no pude contener un gemido cuando el cubrió con su boca el derecho y pellizco el izquierdo - Oli… - gemí su nombre tratando de conservar la cordura – espera Oliver - Me encantan tus senos – - Y a mí me encanta que te encanten cariño, pero recuerda que se nos acabaron los condones – - Cierto… – Oliver apoyo su frente sobre mis pechos, respiro profundo, se apartó y cerro nuevamente mi bata - Necesitamos un par de cajas – - ¿Solo un par? – pregunté riéndome - ¿Cinco mejor? – Ambos nos reímos y volvimos a besarnos esta vez menos apresurados - Se vería muy mal si el nuevo presidente renunciara al día siguiente para pasar todo el tiempo en la cama con su mujer ¿verdad? - Me encanta como suena eso, tu mujer – repetí sonriéndole seductoramente mientras rodaba mis caderas sobre las suyas – pero si, se vería muy mal, no puedes dejar la empresa familiar a la deriva solo por sexo - Esto es más que sexo, pequeña – declaró mordiendo mi barbilla y mandíbula - Oli… - - Distráeme, pequeña, estoy a un minuto de arrancarnos la poca ropa que llevamos y hacerte mía una y otra vez – Gemí cuando sus labios cepillaron el lateral de mi cuello, sus dientes mordiendo mi piel haciendo que otro gemido, esta vez más alto, salga de mis labios, cierro mis ojos al sentir que todo en mi se aprieta, mierda, amo que haga eso, me pone a mil, ahora soy yo quien necesita una distracción y gracias al cielo soy escuchada antes de tomar una decisión imprudente y dejarlo entrar en mí sin protección, el timbre del atelier resonó en toda la habitación. - Ese debe ser Milcíades con mis cosas – susurró Oliver en mi oído Abro mis ojos encontrándome con los suyos, están llenos de deseo y sé que los míos también lo están, tomé una respiración profunda y me levanté de su regazo a regañadientes, me senté a un lado de la cama, Oliver rápidamente se puso sus pantalones, dejando al descubierto su torso cincelado, bajamos las escaleras juntos, me acerqué al panel de seguridad para digitar el código y poder abrir la puerta, antes de que Oliver alcanzara a abrir bien la puerta, entraron como una tromba marina, uno tras otro, casi todos los Walker, dejándome completamente helada - ¿Qué mierda hacen aquí? – siseo Oliver visiblemente enojado al ver a sus hermanos, cuñado y sus primos meterse en mi atelier sin invitación, retrocedió alzándose sobre mi tratando de taparme con su cuerpo – Te dije que fueras discreto Asher - Lo intenté hermano, te juro que lo intenté – se excusó Asher – lo siento - Que lindo lugar – dijo Paloma entrando a mi sala y observando los cuadros, seguida de sus hermanos gemelos – un nido de amor muy creativo - Quítate – ordenó Magnolia empujando a Oliver y llegando hasta mí – tu, ven aquí Los brazos de Magnolia me rodearon y me abrazo fuerte y con tanto cariño que me abrumó, no estoy acostumbrada a tantas personas y menos a tantas muestras de cariño y tener aquí a todos los Walker jóvenes me que me estaba asustando. - Suéltala – ordenó Oliver sacándome del abrazo de Magnolia – sácalos de aquí, esto es obra tuya - ¿Mia? – Magnolia trato de fingir indignación fallando estrepitosamente – bueno si, está bien, fue mi idea, escuche tu conversación con el renacuajo y decidí que podríamos reunirnos, el otro trio se unió por iniciativa propia, me pareció divertido una reunión familiar para darle a Laila la bienvenida a la manada - Quiero que saques a todos de aquí en este momento Magnolia, si los quisiera aquí conmigo y con Laila los hubiera llamado a cada uno, esto es un abuso inclusive para ti – - Wao, cálmate Oliver, no es para tanto – - ¿No te das cuenta que esto no le hace bien a Laila? – pregunto apretando su abrazo sobre mi – te pasaste de la raya Fue cuando Magnolia me miro en serio, sus ojos se llenaron de entendimiento y un poco de arrepentimiento - Maggie, ¿podrías por favor llevártelos a todos? – intervine antes de que Oliver se enojara más - Este es un lugar especial para Laila y estas arruinándolo – susurró Oliver aun enojado - Lo siento, está bien lo admito, me excedí, metí la pata, ya saco los patos del lago – dijo Magnolia antes de volver a abrazarme – tenemos que hablar, lo siento en serio, no quise incomodarte trayendo toda la manada sin ser invitados, no pensé que fuera algo malo, solo quería fastidiarlo a el – dijo señalando a su hermano - Necesitas ponerle un alto a tus impulsos Magnolia – espeto Oliver – ahora, largo de aquí - Tranquila, no lo sabias, aprecio que quieras integrarme, pero mejor que sea en otro momento y en otro lugar – Ella asintió, me dio otro abrazo y luego se acercó a su familia, les dijo algo en voz baja y todos asintieron, uno a uno, desfilaron hacia la puerta, no sin antes darme un abrazo y beso de despedida, los últimos en despedirse fueron Asher y Luke. - Un placer conocerte Laila, disculpa el espectáculo, tómalo como tu iniciación a la familia – dijo Asher, su sonrisa me hizo sonreírle de vuelta - Encantada de conocerte – - Lo siento belleza, le dije que no era buena idea, pero detener a mi esposa es como tratar de detener un huracán – Luke me abrazó y me dio un beso en la frente, palmeo el hombro de Oliver y salió junto con Asher del loft, el señor Milcíades se asomó arrastrando una maleta y una bolsa de papel grande, Oliver las tomo y con asentimiento y una sonrisa hacia mí, el chofer salió, Oliver cerró la puerta y pego la frente al marco soltando un fuerte suspiro - Perdón por eso – dijo aun con la cara hacia la puerta – debí pedirle esto solo a Milcíades Me acerque a él y lo abrace desde atrás rodeándole la cintura con mis brazos, plante un beso en el medio de sus omoplatos, se separó de mi cuerpo para girarse, me dio una sonrisa suave y un beso tierno - Mi familia a veces es demasiado entrometida, lo siento – se disculpó nuevamente abrazándome - No fue tu culpa, tampoco los esperabas – Oliver fue hasta la cocina y dejo la bolsa en la mesa, regresó y tomo en una mano la maleta y en la otra mi mano, beso mis nudillos y me sonrió - Lo sé, pero eso fue… - Oliver trataba de encontrar la palabra - ¿Sorpresivo? ¿Abusivo? ¿Intempestivo? ¿Invasivo? – le di varias opciones tratando de aligerar su incomodidad – ¿El mejor estilo de Magnolia siendo Magnolia? - F, todas las anteriores – respondió Oliver soltado algo de la tensión que había quedo en su cuerpo - Supongo que debo acostumbrarme – - Si, definitivamente debes acostumbrarte, pero hablare con ellos y los hare respetar tus limites, lo prometo – - Esta bien – Ambos subimos nuevamente a la habitación - Realmente lamento que tuvieras que sufrir esta invasión – sus manos acariciaron mis brazos y mi espalda - ¿Cómo te sientes? - Bien, ya me está pasando el susto, no estoy acostumbrada a todo esto, fue un poco abrumador – dije quitándole la maleta y poniéndola sobre mi cama - ¿Las mías también te abruman? – esta vez fue Oliver quien se acercó a mí por la espalda y desde atrás mío corrió las cremalleras de la maleta - Las tuyas me encantan – Nos quedamos quietos y en silencio un momento al abrir la maleta, sobre la ropa había muchos, pero muchos condones, tomé un par de ellos en mis manos - ¿Le pediste estos a tu hermano? – - No, te juro que no – dijo descansando su frente en mi hombro sonando mortificado – Dios, mi familia va a volverme loco Me reí, gire sobre mis talones para encontrarme con él, Oliver estaba sonrojado, así que me arme de valor, me acerque y pase mi lengua sobre uno de sus pezones, raspe mis dientes sobre este ganándome un gemido bajo de su parte. Oliver enredo mi cabello en su mano y tomo mi boca en un beso abrazador que no dude en corresponder, en un borrón de caricias y besos terminamos nuevamente usando al menos dos de los condones del alijo que nos habían traído los Walker, sin duda, podría soportar las locuras de su familia si Oliver y yo terminábamos justo así, desnudos en mi cama.
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