8: LA LLEGADA DE LAS MELLIZAS PT1

3180 Words
LAILA La pantalla de avisos del aeropuerto informa que el avión en el que las mellizas venían acababa de arribar, unos minutos después empieza a sonar mi teléfono, las fotos de ellas buscando sus maletas llega en nuestro grupo de w******p, les mando una sonriendo donde salgo mostrándoles la puerta del área internacional del aeropuerto y un sticker de bienvenidos y otro de una niña bailando. En pocos minutos las veo que vienen arrastrando sus maletas y cuando ellas me divisan salimos corriendo las tres encontrándonos a medio camino, abrazándonos, gritando, llorando y saltando, hacemos un gran show de bienvenida hasta nos ganamos aplausos de los viajeros curiosos que nos han visto. Salimos las tres del aeropuerto y nos vamos al auto, guardamos las maletas en la cajuela, Loren se sube al asiento del copiloto y Luisa se queda detrás. - ¿Qué tal estuvo el vuelo? – - Uff mortal – dice Luisa mientras se acuesta en los asientos - Al principio pudimos dormir, pero después de las dos primeras horas empezaron las turbulencias, ya sabes que Luisa las odia, se tomó 4 vasos de whisky – - Toy boorraaachaaaaa – dijo Luisa, las tres nos reímos – quiero pastel de chocolate - ¿Hay comida en la casa? – preguntó Loren - Nop, esta mañana me comí los últimos huevos y vegetales – - Sacrilegio – grito el bulto detrás de nosotras - Bueno, entonces llamaré a nuestro restaurante favorito para que nos envíen lasañas y mañana vamos al supermercado juntas – - Yuuupiii – - Si que esta borracha – - Ni que lo digas, tuve que aguantarla jugar hasta con mi cabello durante el resto del vuelo – - Es que tu cabello es muy lindo todo onduladito, el mío es liso sin gracia me toca hacerme a cada rato buclecito – dijo Luisa haciendo pucheros – tus ojos son grises los míos azules, tú eres rubia yo soy castaña, tú eres alta... yo soy castañaaa, en que estaban pensando nuestros padres cuando nos hicieron, hagamos miti y miti amor, primero tu arriba y luego yo para tener dos, una como tú y otra como yo Loren y yo reíamos de las ocurrencias de Luisa alcoholizada, era cierto, si las veías a simple vista pensarías que son primas o amigas, tal vez hermanas que se llevan un par de años, pero nunca mellizas, ambas eran muy diferentes, Loren era una rubia platinada espectacular, con ojos grises muy claritos, casi blancos, media metro ochenta y siete, cuerpo de infarto, tragaba hasta por los codos y nunca engordaba, cualquiera que la veía pensaba que era modelo, Luisa era una castaña treinta centímetros más baja que su hermana, de ojos azules, inteligente como ella sola, una biblioteca andante, al igual que su hermana tenía un cuerpo espectacular pero no le gustaba sacarle partido, siempre se vestía más recatada, también es más introvertida que Loren, a menos que esté pasada de copas. Cuando escapé de mi casa, terminé en un bosque, dure perdida un par de días, muriéndome de hambre y sed, Loren y Luisa estaban de campamento con sus abuelos, la señora Fabiola y el señor Malcom, ellos fueron quienes me encontraron acurrucada contra un árbol, tiritando de frio, la abuela Fabiola era enfermera, ella siempre llevaba un kit de emergencia en el que hasta suero llevaba ya que su esposo, el abuelo Malcom, padecía cáncer y ella nunca salía de casa sin estar preparada por si se descompensaba, gracias a eso, me dieron los primeros auxilios salvándome la vida. Cuando desperté y la abuela Fabiola me lleno de comida, les conté lo que me había pasado, ellos ni lo pensaron, me llevaron a su casa y me acogieron como una nieta más. Varios días y después de ir a varias casas de campo, encontramos la de mi tía Juliette, pero mis padres ya la habían desalojado, reconocí a uno de los guardaespaldas de mi padre y el terror me inundó, afortunadamente no me vio ni sospecho por qué vinieran a buscar a mi tía personas humildes, él le dijo a el abuelo Malcom que la antigua dueña de la casa se había ido de viaje al extranjero y ahora la propiedad estaba vacía, no volví a saber de ella hasta muchos años después. Los abuelos de las mellizas tenían miedo de ir a las autoridades y denunciar a mis padres, sabían que mi familia era poderosa y con mucho dinero y podrían hacer desaparecer la denuncia con un solo chasquido de dedos e inclusive, hacer que yo volviera a vivir con ellos sin ninguna consecuencia, así que decidieron ocultarme en su casa y criarme junto a sus nietas, las mellizas vivían con ellos desde que tenían once años cuando habían perdido a sus padres en un accidente de avión, por eso Luisa odiaba volar. Así crecimos las tres, el abuelo Malcom era profesor, desde que habían descubierto su enfermedad ellas no quisieron pasar ni un minuto lejos de su abuelito, así que él las educaba en casa, yo me sume a la clase, lastimosamente el cáncer le ganó la batalla y dos años y medio después de que me encontraran, falleció. Después de eso, decidimos hacer la preparatoria en una institución pública, a sabiendas que mi familia jamás me buscaría en un lugar así, allí conocí a mi primer amor, me enamoré de él y estuvimos juntos seis años, pero no quería recordar eso ahora. - Listo, almuerzo programado para que en una hora nos lo lleven todo a la casa – dijo Loren sacándome de mis recuerdos - Peeerrrrfeeeetuuuu – Luisa seguía borracha - Eso nos da tiempo de llegar y darle un baño para que se le pase la borrachera a tu hermana – - Pobrecita, te juro que trate que no tomara, pero era eso o que se pusiera a gritar – escuchamos ronquidos suaves – por fin se durmió - ¿Y cuantos te tomaste tu eh? – - Sus dos últimos – ambas reímos – ¿dormiste bien baby? - Mas o menos, dormí, pero sentí que no descansé – - Si sabes que después de la comida viene el interrogatorio ¿cierto? – - Si lo sé, sabes que no les oculto nada, porque no imitas a tu hermana y descansas en lo que llegamos al 19Dutch – - Te tomaré la palabra porque el bulto que llevamos atrás no me dejo dormir – - Pensé que habían sido las turbulencias – - Eso y el bulto – Loren saco sus lentes Ray-Ban que siempre llevaba consigo y se las puso, se acomodó para descansar y yo me concentré en el camino, en 45 minutos ya estábamos en nuestro Penthouse, las mellizas fueron a sus habitaciones a bañarse y cambiarse mientras yo alistaba la mesa, llego la comida y la estaba sirviendo cuando ellas aparecieron. - Eso huele delicioso – dijo Luisa - Te tengo agua y aspirinas – - Gracias – dijo tomando el vaso y las pastillas – Dios te bendiga hermana - ¿Este es el momento en el que prometes no volver a beber en tu vida Luchi? – pregunto Loren mostrándole la botella de vino - Solo Whisky – respondió ella estirando su copa - Siéntense y comamos tranquilas por favor – - Yo quiero proponer un brindis por la señorita graduanda aquí presente – dijo Loren - Mil felicidades hermanita – Chocamos nuestras copas - Yo quiero proponer un brindis por la tía Juliette, la abuela Fabiola y el abuelo Malcom, porque sin ellos, no seriamos quienes somos y no tendríamos todo lo que tenemos hoy en día – - Almas benditas – Juntamos nuestras copas nuevamente y empezamos a comer, comentando los pormenores del viaje de las chicas, estaban supervisando una construcción allá de un complejo turístico, era un gran negocio, a mí me tocaría viajar en cinco meses cuando empezaran la fase de las instalaciones de domótica para las cabañas y los sistemas de seguridad. - ¿Qué tanto van a atrasarnos las tormentas? – - No mucho, ya estaban contempladas en el plan de construcción, así que aún estamos dentro del plazo de entrega – dijo Loren - La próxima semana tenemos que hacer las gestiones para empezar a llevar los materiales de los acabados que no son autóctonos – explico Luisa – los demás ya los entregaron, necesitamos que Adolfo revise los contratos de los trabajadores porque escuchamos ciertos comentarios que no nos gustaron - ¿A qué te refieres? – - Creemos que el contratista está sacando una tajada más grande que la que le corresponde, sacrificando el sueldo de los obreros – - Eso no lo podemos permitir – - Fue lo que dije – hablo Loren – por eso queremos que Adolfo revise todo, si de verdad ese hombre está usándonos para ganar a costa del trabajo de otros, vamos a tener que conseguir a alguien más que si se amolde a nuestras políticas de trabajo honesto y equitativo - Bueno, ya que hablamos de negocios y comimos, empecemos – dijo Luisa – Loren me contó que anoche estabas mal, ¿Qué paso? - Desembucha – Les conté a las mellizas todo lo que había ocurrido ayer, la visita al cementerio, el encuentro con Oliver, Magnolia y Luke, la boda fallida de Oliver, la loca idea de Magnolia de irnos a la mansión Walker a festejar, el beso de Oliver y la despreciada que me dio la señora Gemma que me hicieron traer tantos recuerdos y terminar con pesadillas. - Pero espérate, ¿la señora esta no te explico porque no te quería en su casa? ¿Simplemente te saco y ya? – pregunto Luisa - Sip, sólo dijo que los Viloria no éramos bienvenidos y bla, bla, bla – - Pero esa mujer que se cree y porque estaba tan segura que eras una de las Viloria que no le cae bien – dijo Loren - Bueno, Viloria no es un apellido muy común que digamos en el ámbito social donde se mueve la familia Walker, además le mencione a mi tía y al parecer la conocía – - Vieja prejuiciosa – sentenció Luisa – y que harás con Oliver, ¿lo llamaras? - No lo sé - - Deberías llamarlo y explicarle todo lo que paso y volver a verte con él para que a la vieja prejuiciosa se le retuerza la tripa – - Esta sigue borracha – - Bueno, si le debo una explicación, antes de que su abuela me sacara de la casa le prometí no irme – - Llámalo – dijeron ambas - ¿Será? – - Sí – otro unísono Tome mi bolso del respaldo de mi silla y saque el papel que me había dado el chofer de los Walker, registre ambos números y marqué el de Oliver - Altavoz, altavoz, altavoz – vitoreaban las mellizas Obedecí y tras un solo tono la llamada fue desviada al correo de voz - Te estas comunicando con Oliver Walker, en este momento no puedo tomar tu llamada, déjame tu mensaje y en cuento me desocupe me contactaré contigo, ten un buen día – colgué antes de que sonara el tono para dejar el mensaje - Tiene voz sexy – dijo Luisa - Deberías dejarle un mensaje – - Nop, ese es justamente mi mensaje del universo, no contactes con un Walker – - Oh vamos Laila, no seas idiota, llámalo de nuevo – - Déjala en paz Loren, ya sabes cómo funciona, si la presionas, se cierra – - Pero tiene voz sexy, es decir que el tipo es sexy, nadie con voz sexy no es sexy – - ¿Podrías dejar de repetir sexy? Aunque si, es sexy – - Llámalo – coro de mellizas - Mas luego, tal vez está ocupado, según entendí ayer las familias se reunirían para ver en que quedaba todo después de la boda fallida – - Pobrecito – se lamentó Luisa – ¿y conociste a la tipa? - Vi una foto, ¿podríamos dejar todo esto morir aquí? Por favor – pedí La mirada que les di les dio a entender que no debían seguir por ese camino, no es que no quisiera volver a ver a Oliver, pero no quería ser la responsable de una rencilla familiar, además tenía muchas cosas que hacer para todo lo que se venía, en los próximos días mis padres serían notificados del juicio por la recuperación de mi herencia y, por ende, sabrían que sigo viva y he vuelto por lo que me pertenece. ... Dos semanas después... - Buenos días – saludé a todos al entrar a la constructora junto a las mellizas - Buenos días jefas – corearon nuestras asistentes Cada una nos siguió a nuestras respectivas oficinas, mi asistente Patricia, me informó de todas las tareas pendientes del día y me entregó la correspondencia - Esto se lo dejo hace unos minutos el señor Adolfo para que lo revise con urgencia – me dijo tendiéndome un sobre de manila bastante lleno - Gracias Patty, te encargo lo demás, ya puedes retirarte – - Con permiso jefa – con un asentimiento me dejó sola en la oficina Abrí el sobre y lo que encontré me hizo feliz, eran las pruebas que necesitábamos para hundir a mi familia, nuestro informante en V.com nos había dicho que habían recibido la notificación del juicio y habían enloquecido, porque casi al mismo tiempo, les había llegado el veedor del juzgado para hacer la diligencia de embargo de la empresa. Por fin estaban empezando a pagar por todo el daño que nos habían hecho a mi tía, a mí e incluso a mi hermanastro, quien continuaba desaparecido, tenía un extraño presentimiento, pero no quería hacerle caso, lo seguiría buscando hasta encontrarlo. - Toc, toc – alce la vista y encontré a Adolfo mirándome desde la puerta - ¿revisaste todo? - Si, ¿todo esto es admisible en el juicio? – - Si, los registros de llamadas los conseguimos en buena lid, las fotografías son más que dicientes – - Es un cerdo – dije mirando las fotografías de mi padre junto a niñas, niñas como lo fui yo cuando el abusaba de mi – no puedo creer que mi madre no sepa sobre esto - No podemos estar seguros, pero sí de que tu madre también tiene sus aventuras, en algún momento todo el idilio se les acabó – me dijo mientras me mostraba nuevas fotografías – estas me las acaba de entregar el investigador de su colega del turno de la noche En la fotografía se veía entrar a mi madre con dos hombres entrar a una casa humilde - ¿Nada de mi hermanastro? – pregunté dejando de ver esas fotos con repugnancia - Encontramos algo – - ¿Qué cosa? – - Hace diecisiete años tu hermano fue arrestado en Queens por posesión de estupefacientes, el registro fue borrado porque en ese momento aún era menor de edad y me imagino que el dinero de tus padres hizo su magia para desaparecer esto, fue muy difícil conseguirlo – me dijo mostrándome el documento policial – seis meses después de eso tuvo una entrada en una clínica de rehabilitación en Grayson, duró un mes allí - ¿En Kentucky? – el asintió - Por eso nos costó tanto rastrearlo – - Recuerdo que cuando tenía nueve años, mi hermanastro no estuvo en casa por un mes, pero dijeron que se había ido a un campamento, cuando volvió fue que empezó a comportarse extraño conmigo y a alejarse de mí – - Tenemos otro registro de entrada a ese lugar mismo lugar cuatro años después con una duración de tres meses y el último, un año más tarde – me dije extendiéndome otros documentos – esa vez el Genesis Recovery Center lo tuvo seis meses, pero quiero que leas bien el reporte y te fijes en las fechas Eso hice, lo leí un par de veces, miré a Adolfo y el me hizo seña con la cabeza para que continuara, no entendía que quería que entendiera, hasta que lo vi - El reporte dice que su tratamiento duro seis meses, pero si las matemáticas de primaria no me fallan, de abril a agosto solo hay cuatro meses – - Exacto, dos opciones, o fue un error humano inocente o fue un error voluntario movido por el dinero, después de ese ingreso, nunca más volvió allí – - Continua investigando, nos concentramos solamente en buscarlo en New York y zonas aledañas, pero si hace tanto tiempo lo llevaron más lejos, vamos a tener que ampliar el rango de búsqueda - - Lo que nos complica más encontrarlo, pero el investigador tiene una idea – - ¿Cuál? – - Mira el nombre del oficial que firmo el informe de Queens y mira el nombre de la psiquiatra que firmo las tres veces en el centro de rehabilitación – Miré los documentos, Jacob Brown fue el agente y Madison Brown la psiquiatra - Ambos son Brown – - Al investigador le pareció demasiada coincidencia, así que, en vez de ponernos a buscar una aguja en un pajar, buscaremos a estos dos – La puerta sonó dos veces y Luisa entró - Amores míos, ya todos estamos en la sala de juntas, faltan ustedes dos, ¿todo bien? – - Si, Adolfo y su investigador encontraron nuevas pistas del paradero de mi hermanastro, pero en la noche les explico a ambas en la casa, ahora vamos a la sala de juntas - Adolfo y Luisa asintieron y los tres salimos de mi oficina, en la sala de juntas esta Loren y nuestras asistentes esperándonos junto a unos clientes, después de las presentaciones de planos, renders, reglamentos, contratos de proveedores, personal y demás, concretamos el negocio en tiempo récord, nos despedimos de los clientes y salimos para poner todo en marcha. - ¿Para cuándo tendrás todos los contratos corregidos? – le pregunté a Adolfo - Para mañana - - Señor Adolfo, recuerde que hoy me dio la tarde libre – dijo Sonia, su asistente – también le recuerdo que tiene el tiempo justo para llegar al brunch en el club con los inversionistas de Prado y tiene las reuniones con los de Finx a las tres de la tarde y con Loyal Company a las seis de la tarde - Para pasado mañana – corrigió Adolfo sonriéndonos como niño travieso – disfruten su día chicas Las mellizas pusieron los ojos en blanco y yo negué con la cabeza, si no fuera por Sonia, la agenda de Adolfo sería un caos - Me retiro, que tengan buen día – se despidió Sonia - Tu también Sonia – dijo Luisa - ¿Hacemos brunch juntas? – les pregunte, ellas asintieron, cada una busco sus cosas en sus respectivas oficinas y nos reunimos en el ascensor, bajamos al parqueadero y cuando íbamos a subirnos al auto no pude evitar quedarme viendo a Sonia quien se estaba besando con una mujer que se me hacía conocida
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD