CORAZÓN EN PENUMBRA

19: CORAZONADA E INVESTIGACIÓN

LAILA

CAPÍTULO 19: CORAZONADA E INVESTIGACIÓN

Después de cenar con las mellizas me fui al estudio y empecé a sacar todos los documentos que Adolfo me había estado enviando en el último año, era demasiado material para ser sincera, pero tenía una corazonada y quería revisar si era cierta afortunadamente era muy organizada y todo lo tenía clasificado por persona que estábamos investigando.

Loren entro y se sentó junto a mí en el escritorio

- Cocina limpia – anunció – ¿buscamos algo en especial?

- Quiero ver si la corazonada que tengo es real, hay un rastro entre estas investigaciones que me hacen pensar donde puede estar Roman –

Me detuve y tomé un lote de fotografías, las comparé y vi un patrón, cuando Adolfo me dijo que habían vistos a los antiguos ayudantes de la casa de mis abuelos, supe que tenía algo que ver con mi hermanastro, algo más había pasado y ellos siempre tenían que ver con nuestros asuntos y nos ayudaban incluso, a riesgo de quedarse sin empleo.

- Aquí – le mostré las fotos, en ellas se veían en diferentes ángulos, yendo a tres lugares de los que teníamos sospechas – es como si se rotaran cada tres o cuatro meses

- ¿Hay más? –

- Si – separe los montoncitos que había ido acumulando, cada foto llevaba impresa la fecha y hora – si vez la fecha, el lugar coincide en esos periodos de tiempo, no me había percatado que eran ellos porque han sido cuidadosos, hasta ahora fueron captados de frente en el BronxCare Health System

- Pero claramente son ellos, la fisionomía es igual en todas las fotos –

Asentí, mientras ella miraban las fotografías que les di, mi celular sonó con un correo nuevo, revise y era el reporte de los investigadores que me había prometido Adolfo, en el, habían confirmado las identidades del señor Leonard y la señora Berta, además de una nueva coincidencia más, Madison Brown, la psiquiatra que había firmado el último reporte de Roman que Adolfo y los investigadores habían encontrado, la copia del contrato por cuatro meses, para hacer una licencia de maternidad de la residente a cargo de la institución, una solicitud exacta de hace dos, cuatro y seis años había, o esta señora estaba haciendo su propio equipo de baloncesto, o los contratos estaban amañados, y había vivido demasiadas cosas como para creer en casualidades

- ¿Qué es Laila? – pregunto Luisa, no me había fijado que había entrado hasta que habló – ¿Qué te enviaron?

- Creo que lo encontré – susurré tambaleándome

Las mellizas no dijeron nada más y corrieron a rodearme en sus brazos, ellas sabían que a pesar de todas las cosas que Roman me hizo, en el fondo, yo lo quería, sabía que también había sido utilizado y manipulado para lastimarme, su mente infantil siendo retorcida por mí no tan querida progenitora, y ahora por fin veía una luz a esta búsqueda, aunque si estaba en un centro de rehabilitación, eso solo podría significar una cosa, el seguía con sus problemas de adicción.

- Debo llamar a Adolfo – dije mientras trataba de desbloquear nuevamente mi celular, pero las manos me temblaban demasiado

- Dame eso – Loren me quito el celular y lo desbloqueo con mi dedo y marco

Luisa me ayudo a sentarme en el sillón junto a la biblioteca y se quedó sentada en el brazo del mismo, mientras Loren hablaba con Adolfo

- Adolfito, ¿Dónde estás? – silencio momentáneo – Ok, desocúpate rápido y ven urgentemente a nuestro apartamento – otro silencio – Ella está bien, algo shockeada pero bien, cree saber dónde está Roman – silencio – Aja – silencio – Esta bien, te esperamos, adiós

Loren colgó y sin decir una sola palabra más reagrupo las fotografías y las metió en sobres, marco los sobres con un rotulador y los puso uno al lado de otro sobre el escritorio, reviso los documentos impresos, busco rápidamente los que coincidían con los grupos de fotografías y los puso debajo de los sobres.

- Bueno, Adolfito me pidió que separa las fotografías y los reporte por fecha que quería ver todo el mismo y que no se traspapelaran con nada más – se acercó a mí y enmarco mi rostro con sus manos – ahora señorita, vas a respirar profundo y dejar de abrumarte, vamos a resolver y afrontar esto juntas, como lo hemos hecho desde que nos conocimos, ¿De acuerdo? – asentí – Perfecto, entonces ve a ponerte una bata o un pijama o algo más cubierto que Adolfo esta con los hermanos y conociéndolos, van a venir con él, así que, a cambiarse.

La mano de Luisa que sostenía una de las mías se tensó momentáneamente al escuchar a su hermana, pero rápidamente se obligó a relajarse, se levantó y me ayudo a mí, enganchó su brazo con el mío y salimos seguidas de Loren hacia nuestras habitaciones.

En mi habitación me quite el pijama que tenía y me puse un jean y una blusa blanca de franela de mangas largas, me cepille el cabello y lo ate en un moño desordenado, me puse unas ballerinas negras, salí de mi habitación y me tope a Loren en el primer escalón de las escaleras, vestía unos pantalones holgados debajo de la rodilla y una camisa de botones manga tres cuartos, toda de n***o, con pantuflas de oso pardo marrones. Ambas miramos sus pies y reímos de su elección de calzado.

- Comodidad ante todo querida, Luisa va a tardar un poco más – bromeó

- Déjala tranquila Loren, ya sabes cómo se pone –

- Lo sé, créeme que lo sé, pero me desespera, ya es hora de que haga algo, si se queda esperando a que Finn actúe de primero, se va a quedar solterona –

- Como si le faltaran pretendientes –

- ¿Y? Podrá tener mil pretendientes alrededor, pero ella solo tiene ojos para la Finn –

Me mordí la lengua para no responderle porque terminaría diciendo algo que no debía. Si Loren supiera que Finn estaba enamorado de ella y no de su hermana, eso la destrozaría, en realidad a ambas, así que solo asentí y me dispuse a bajar las escaleras.

Loren me siguió hasta la sala y minutos más tarde Luisa se nos unió, llevaba un vestido de verano con flores y unas sandalias planas con adornos de pedrería, se había cepillado el cabello y hecho una cola de caballo, también olía a perfume y llevaba un sutil maquillaje, Loren al verla iba a decir algo, así que la pellizque en el brazo antes que pudiera moverse siquiera a encarar a su hermana

- No le diré nada – susurró, pero cuando la vio no pudo evitarlo - ¿sales?

- No –

- Te ves linda – dije metiéndome entre las hermanas llevándome a Luisa hacia el balcón, esperamos unos minutos haciendo conversación aleatoria antes de escuchar la llegada del ascensor, dando paso a los tres hermanos Latham, Luisa a mi lado se puso nerviosa y se aliso las arrugas inexistentes de su vestido

- Buenas noches hermosas princesas – nos saludó Colton abrazando largamente a cada una de nosotras y quedándose abrazado a Loren

- Buenas noches niñas – nos saludó Finn con un asentimiento a Loren y a mí, pero a Luisa le dio un beso en la mejilla – te ves preciosa Lu

Adolfo se acercó a mí y me beso en la frente como siempre hacía, pero no se acercó a las mellizas solo les sonrió, no quise hacer ni darle tiempo a Loren a hacer ningún comentario sobre el saludo de Finn así que les invité a pasar directamente al estudio donde habíamos dejado las fotos y los documentos.

Los chicos se pusieron manos a la obra enseguida y revisaron cada uno una pila de fotografías y documentos y luego se las intercambiaron y se miraban entre ellos, nosotras solo los veíamos trabajar, el trio Latham habían estudiado derecho y se habían hecho una unidad altamente letal en los tribunales, con solo una mirada sabían que estaban pensando, era más espeluznante de ver que los momentos de mellizas de Loren y Luisa, ellos siguieron intercambiando papeles y luego Adolfo saco su celular, busco algo y se los mostró a los chicos.

- Indiscutiblemente, son demasiadas coincidencias, sin embargo, hasta no tener una confirmación visual de Roman, es mejor que no te hagas ilusiones Laila – dijo Finn

– Hace unos minutos el turno de vigilancia me envió otro lote de fotografías, en este hay fotos de documentos entre ellos la lista de pacientes actuales, el nombre de Roman Viloria no está allí -

- Déjame verla –

Adolfo me tendió su celular y revise la lista, efectivamente no estaba su nombre, pero hubo uno que me llamo la atención, Omaloa Rinvir

- Es él – les señale el nombre – es un anagrama de su nombre

- ¿Estás segura? – preguntó Loren, tome una hoja y escribí, les señale el orden de las letras que había invertido y combinado, coincidía perfecto con su nombre de pila

- Déjanos revisar una última vez, podrías estar sugestionándote – ofreció Finn, negué con mi cabeza

- No es una sugestión Finn, créeme, Omaloa, es solo una sola letra diferente que Omalos, el nombre de un pequeño pueblo en Creta, pueblo de donde son los abuelos maternos de Roman -

- Bueno, eso ya es muy específico para ser una coincidencia – dijo Colton, todos asentimos – tengo una idea, digamos que estamos un 95% seguros que es él, déjenme ese 5% a mí, soy el más visible en medios, así que si llego a ese centro diciendo que tengo un familiar que necesita ser internado, pero quiero ver las instalaciones de manera discreta, me pueden dejar entrar sin muchas preguntas, además que mi encanto es mucho mejor que el de estos dos – terminó señalando a sus hermanos

- El señor humildad tiene un punto – dijo Adolfo – Pero lo mejor será ir cuando Leonard y Berta no estén, no estamos seguros que tan al tanto estén de las cosas y que tan cooperativos puedan ser

- Espera, según las horas de las fotografías podemos hacernos idea del horario de trabajo –

Fin paso con cuidado las cajas a ambos lados del escritorio y al mueble de atrás y luego reorganizó algunas fotografías de modo que todos pudiéramos ver.

- Aquí, Leonard y Berta claramente trabajan en el centro, ella entra a las ocho de la mañana y sale a las cinco de la tarde todos los días, Leonard tiene el turno nocturno de siete de la noche a seis de la mañana – explico Finn mostrándonos imágenes – según esto, Berta solo descansa un domingo cada 15 días, igual que Leonard – paso varias fotos más señalándonos las fechas – pero nunca es el mismo domingo, eso te deja con dos horas al anochecer y dos horas al amanecer para entrar sin tenerlos allí y levantar demasiadas sospechas

- Madrugaré mañana – aceptó Colton con un asentimiento enérgico

- Lleva la foto del retrato digital que hicieron los investigadores, si bien puede que no sea preciso, es una aproximación muy buena de cómo se vería Roman en este momento – le dijo Finn a su hermano dándole la fotografía impresa de mi hermanastro

- A menos que se haya hecho alguna cirugía plástica – dijo Luisa mordiéndose la uña del pulgar

- Esperemos que no Lu, aunque no es muy recomendable que los pacientes con enfermedades degenerativas y adicciones se sometan a cirugías estéticas –

Ninguno de nosotros pasamos por alto que Finn se acercó a Luisa y quito su dedo de su boca y enlazo sus dedos con los de ella, Loren se quedó boquiabierta y antes de que pudiera decir algo, le codee el costado con fuerza, Colton rio por lo bajo divertido

- Bueno, será mejor que me vaya, debo madrugar, ¿me llevas? –

Adolfo asintió y todos salimos del estudio dejando a solas en el a Finn y a Luisa quienes nos ignoraban campalmente, al llegar al recibidor fue Loren la que rompió el silencio del grupo

- ¿Nadie va a decir nada del par de elefantitos rosas que dejamos ahí atrás? –

- Yo fingiré demencia – respondió Colton

- Apoyo la moción – dijo Adolfo

- Misma respuesta – dije – ¿recuerdas que me prometiste no molestar a tu hermana?

- Bien, dejemos a los tortolitos en paz, solo decía –

- Esperemos a que concreten algo y luego chismeamos, Finn esta mañana tuvo una revelación de infarto – comento Colton

Nos quedamos mirando fijamente a Colton pero el no dijo más nada, solo se giró hacia el ascensor y presionó el botón para que llegara a nuestro piso, antes que Loren pudiera preguntar algo más la risa cantarina de Luisa nos llamó la atención, giramos todos en dirección del sonido y Finn venia con ella sosteniendo su mano en su brazo cual caballero de finos modales, se separaron al llegar donde estábamos nosotros y se despidieron con un beso en la mejilla, Finn se despidió de nosotras con un abrazo rápido de lado y salió con sus hermanos, nosotras hicimos nuestra rutina de seguridad de la noche y cada una se fue a su respectiva habitación.