Los ojos azules de Esteban me escudriñan, esperando una respuesta. Mi sonrisa es forzada. Estoy nerviosa porque no creí que algo así sucedería. ¿Qué le pasa a Mike? Es obvio que está haciendo esto a propósito. Yo sé que todos se enterarán, pero quería ser yo, la que le diera a Esteban la noticia. —Con todo respeto señor Phill, yo ya conozco a Aria. ¡Me muero! —Que casualidad tan inesperada… —dice Mike con una sonrisa—. No lo sabía. —No tenía porqué saberlo. ¡Cállate! —Hola Esteban. Ya habrá tiempo para ponernos al día —me dirijo a Mike—. ¿Nos podemos ir? —interrumpo el momento de tensión, con una leve sonrisa. Gracias al cielo, que no hay nadie más que Stella presenciando la escena. Porque si no, esto seria el chisme del día. La mirada que Mike me está dando es mordaz. F