¿Con quién r@yos me casé?

Su alma gemela

Para Simonetta, todo era un poco más complicado. La joven estaba en una comida familiar, visitando a su abuelo en su casa de playa, en su casa de paz, descanso y jubilación. La joven, la mayor de su familia, sonreía mientras observaba el anillo en el dedo de Elsa, su prima. Los dos compartieron una mirada y rieron, porque los sueños de Cony estaban por cumplirse. Nadie en la familia podía entender cómo ella era un tiburón de los negocios en cuanto tocaba un edificio, pero, en la comodidad de la casa y el calor del hogar, se convertía en esa dulce mujer que solo soñaba con casarse.

Su abuelo le hizo una seña para que se acercara. Simonetta dejó su bebida y le dio un beso en la mejilla.

—Has escuchado, la mujer se nos casa, ¿qué van a comprar una casa, tener niños y comer pasteles?

—¡Ahh, qué lindo! —Comentó Simonetta irónica.

—Abuelo y Simy.

—¿Sí? —respondieron ambos al unísono.

—Esta es mi boda, por favor, sean felices.

—Esta es la boda de tu mamá, mejor se hubiera divorciado del pepeto de tu padre y se hubiera casado un par de veces más.

—Eres un hombre horrible —le acusaron sus nietas y los tres rieron.

El fotógrafo les preguntó si querían una foto de los tres y ambas rodearon con sus brazos al abuelo, los tres sonrieron hacia la cámara. Simonetta solicitó ver la foto y aprobó; los cachetes de sus nietas se veían bien, no había papadas ni brazos, todas las cosas con las que salen esas dos.

Elsa miró su anillo y luego a su futuro esposo, y Simonetta solicitó una copa de champán para realizar un brindis.

—Cony, es mi alma gemela. El día que nos hicimos amigas estábamos en el kínder y nuestras mamás nos peinaron igual, una cola alta simple. Las dos nos miramos y sonreímos. Cony vino hacia mí y le tomé de la mano y le dije: hola. —Todos rieron. —Y ella me dijo: hola, tú vas a casa de mi abuelo, ¿verdad? —Todos volvieron a reír. —Le dije: sí, Elsa, somos primas.

—Já —dijo Elsa como la primera vez y todos rieron.

—Me presenté y le expliqué nuestra relación biológica y muy directa. Ella se rio y me llenó de besos y me dio la bienvenida a su familia. Me reí montones y le mostré donde nos sentaríamos. Elsa comenzó a hablarme de su vida, y quiero que entiendan que su vida básicamente era la mía. Íbamos a los mismos lugares de vacaciones y tenemos la misma parentela, pero para ella todo era una sorpresa. Entonces mi prima me preguntó: ¿Qué quieres ser de mayor? Yo le conté que mi abuelo dirigía una empresa de confites y mi abuelo los producía, yo quería hacer ambas.

—Wow —respondió Elsa en ese momento y en este.

—Sí, y tú? Mi prima dejó de respirar por cinco décimos de segundo y dijo: Yo, yo quiero ser esposa. Quiero una casa enorme, un marido guapo e importante, y quiero como seis hijos. Elsa, quiero decirte, a unas semanas de esa boda de los sueños que estás planeando hace meses, incluso antes de que te dieran ese anillo tan precioso, primita, eres lo mejor del mundo. Eres mucho más que una esposa o una mamá. Eres una empresaria, eres una hija, mejor amiga y la persona más divertida de esta familia. Te amamos tanto y estamos tan felices de que hayas encontrado a alguien para cumplir los sueños que tanto anhelas. Manuel, te llevas el dulce más preciado de nuestra familia. Te llevas a la Consuelito original. Y quiero reconocer lo afortunados que somos de tenerte como nuevo m*****o de nuestra familia y como el compañero de esta magnífica mujer. Mírala bien a los ojos, porque después de seis hijos las cosas cambian. Salud, por esta nueva familia. —Todos chocaron sus copas.

La banda que contrató Simón para amenizar el domingo en casa con los hijos y los nietos, la familia del nuevo m*****o por asociación con su nieta, todos eligieron bailar. Él tomó la mano de su nieta mayor, le dio un beso en la frente y le preguntó cómo iba su divorcio.

—Mira, la próxima vez que me divorcie voy a tener un jodido prenupcial.

—Pero, los abogados dicen que has renunciado a todo.

—No, me he hecho la loca. Todo lo que tengo es heredado, que tú, que papá, que hasta el perro.

—¿Tienes un perro? —Ella se rió y le señaló a su mascota de hace años.

—Simplemente es agotador. Hace un mes finalizamos los papeles y estoy esperando que me confirmen el divorcio. Ni creas, el cabrón se ha ido sin nada, se ha llevado la mitad de los veinticinco millones que recibió en comisiones el año pasado. Simón ve la tristeza en su nieta y le da un abrazo. Simonetta se aguanta las ganas de llorar, se hace la fuerte, y Simón le dice que ese no es el camino, que el camino a la felicidad es ser vulnerable, decir cuánto le duele, llorar mientras bailan salsa.

—¿Qué sabes tú de bailar salsa?

—Ven, te voy a enseñar los pasos prohibidos. —Ella ríe.

—Abuelo, te juro que eso no significa lo que crees.

—¿¡Qué es entonces?

—No vamos a hablarlo, pero no se lo digas a nadie, ¿eh?

—¿Por qué los jóvenes inventan cosas y no nos dicen a los viejos? Nosotros les enseñamos todo lo que saben.

—Los pasos prohibidos son pasos sexys con cierta connotación s****l.

—La juventud de ahora es horrible, tienen el cerebro corrompido.

—Me permites, papá? Es que Simón te ve y se olvida del universo. —Se queja su padre y le

da un par de besos en la mejilla a su hija. Luego, un beso a su padre.

—Claro, voy a ir a bailar con la futura esposa, mamá y empresaria del mundo. —Los tres se ríen, y Simonetta le da un beso a su padre, este le abraza.

—Mi amor, ansío que encuentres toda esta felicidad.

—Tengo treinta y seis años y he desaprovechado mis últimos seis años de óvulos sanos en un hombre que solo quería mi dinero.

—Pero te lo dije. —Simonetta mira a su padre a los ojos. —Mi amor, el secreto de casarse y durar toda la vida es encontrar a alguien apasionado por su propia vida. Mira a tus tíos, él siempre ha estado apasionado por las fotografías y la maratón que se fue a hacer por la mañana. —Los dos ríen. —Tu tía siempre ha querido brillar por su cuenta, sin el apellido familiar o sin un hombre del brazo, y mira a Aida, una mujer exitosa. Mira a tu mamá, me ama, pero está casada con la medicina. Y si hablo de tus abuelos, es lo mismo, hija. El secreto es amarse pero mantenerse ocupados construyendo sueños. Si tu mamá y yo nos jubilamos y nos compramos una casa mañana, es muy probable que nos divorciemos al mes.

Corrección del texto:

—Entonces, tengo que elegir un nuevo esposo que no se vea interesado en mí, que parezca genuinamente desinteresado, pero de vez en cuando se arrime.

—Corrijo, para todo lo demás tú tienes un papá y un abuelo que te van a consentir.

—Papá, entonces, ¿si me prestan el jet?

—Sí, mi amor. —responde y le da un beso en la frente.

Simonetta

Amix, ¿quieres ser mi cita? La Consu se nos casa en Las Vegas, todo incluido. Ven, ven, ven, no me dejes ver el derroche de amor, por favor, Titi.

Titi

Amiga, me he perdido, ¿qué pasó?

Simonetta

Mi tía y la suegra de mi hermano se han declarado la guerra. Manuel ha decidido que mejor se casan en Las Vegas antes de que las suegras le destruyan.

Quiero que entiendan una cosa hay invitaciones, cambios de planes de último minuto que te cambian la vida de na persona y este viaje que estaba por venir, nos cambiaría la vida a todos, alguien le pondría el sello a su amor, otro el desagrado, un error y dos personas más una mezcla de los dos.

¡Un desastre!

Y eso, fue lo que pasó aquí definitivamente.

Te han añadido a un grupo.

Consuelo

Hola a todos, sin nuestro círculo más cercano y nos complace invitarles a nuestra boda. Son nuestros mejores amigos y es muy importante que vengan y que sean discretos.

Ramoncito:

Consuelo, que soy tu hermano.

Manu:

Recuerda no decirle a tu mamá, por favor.

Consuelo

Titi, ¿vienes?

Manu

Estoy reservando en el hotel, ¿está bien si pongo a las chicas juntas y ustedes dos, ya se han conocido, Ramón y Will juntos o separados?

Ramoncito

Planeo disfrutar.

Consuelo

Es que te pasas, Ramón.

Simonetta

Sí, Ramón, mira que tu hermana se casa y Manuel también, en este chat no se habla de sexo.

Ramoncito

Cero límites.

Consuelo

¿Will y Titi, contamos con ustedes?

Simonetta

Claro, Titi viene.

Manuel

Ya he hablado con Will, seguro está trabajando, pero vendrá.