Aitana se había ido del café con la mente ocupada en otras cosas, pero las palabras de Nicolás seguían resonando en su cabeza. Había algo en su tono, en la desesperación contenida, que la perturbaba. Aunque sabía que Zaldivar era manipulador y peligroso, también conocía sus métodos. El hombre siempre buscaba crear caos y confusión, y lo más probable era que estuviera usando a Nicolás como parte de su juego para atraerla. Al subir a su auto, Aitana suspiró. Durante unos segundos, consideró la posibilidad de investigar más a fondo lo que Zaldivar estaba tramando, pero rápidamente descartó la idea. Sabía que involucrarse más con esa situación solo la haría caer en su red. Zaldivar quería verla preocupada, quería que cometiera un error, y no le daría el gusto. "Él piensa que puede manipularm