Capituló 17
Keziah
Mientras recorría el conocido camino a mi casa, sentía mis piés pesados a cada paso, no sabía a qué me enfrentaría ahí dentro, era la primera vez que desaparecía sin avisar, sin permiso y todo un día… pero era más grande mi decepción y no sabía qué hacer con ella.
En cuanto entré a casa, mi madre me abordó más preocupada que nunca.
– ¿Estás bien? ¿Te duele algo? – tomó mi cara y acarició mis hombros.
– Estoy bien mamá.
– ¿Dónde has estado? ¿Con quien? ¿Sabes lo preocupados que estábamos? Y no pensaste en cómo le afectaría a Soren.
Bufé.
– Soren hubiera estado bien.
– ¿Por qué lo dices en ese tono? Él te quiere.
Pase por su lado y me senté én los sillones frente a papá, que nos miraba imperturbable.
– Claro mamá – Ironize – Me quiere tanto que se fue a diverti
