Capituló 14 Keziah – Estás muy callada – dijo Soren mientras caminábamos asu dormitorio tomados de la mano. Había sido un día largo y algo extraño. – Solo pienso en cosas – dije distraídamente, mientras él cerraba la puerta tras de sí en su habitación y le ponía seguro a la puerta. Tiró de mi mano y nos recostó en su cama, sus dedos subieron y bajaron por mis brazos, me recosté en su pecho como siempre lo hacía, pero no podía dejar de pensar en Gabriel y sobre ángeles y el cielo y el infierno. Su mano bajó el tirante de mi blusa y me tense, creo que se dio cuenta porque beso mi cabeza con un suspiro. – Quería proponerte algo, que no hemos hecho. – ¿Así, qué es? – me apoye en un codo para verlo. – Quiero que me toques. Mi rostro se calentó, era lógico que me pidiera eso, él tení