Aaron. — Quiero que despidas a tu secretaria — le digo a Evan tan pronto entro a su oficina. Él detiene lo que está haciendo en su computadora para mirarme a los ojos, viéndose realmente confundido por mi orden. ¿Es enserio, hombre? — ¿Qué ha hecho ella para recibir tu furia, vaquero? — ¿Ridiculizar a Bess como lo hizo enfrente de los clientes nuevos no te parece suficiente? — Ah, es eso — una sonrisa burlona se forma en sus labios mientras se reclina hacia atrás en su asiento, las manos detrás de su cabeza —. ¿Enserio debo despedirla? Porque, hombre, es una gatita en la cama y realmente la he disfrutado por muy poco tiempo, ¿no me puedes dar más días? — ¿Estás hablando enserio, Evan? — Pregunto con incredulidad —. Sabes lo que he dicho de no... — Involucrarse con los empleados de