Bess.
— ¿Qué hiciste? — Le pregunto por décima vez a Aaron y por décima vez, él no me contesta.
Aún no salgo de la niebla en la que quedó mi mente después de lo que Aaron hizo.
¿Él realmente dijo lo que creo que dijo?
Cierro los ojos fuertemente por un segundo, rogando que todo lo sucedido sea producto de mi imaginación, pero para mi mala suerte, no lo es. Todo es cierto, tan cierto como que un muy silencioso Aaron me sigue arrastrando por toda la empresa, rumbo a su oficina.
Tan pronto Carmen aparece en nuestro campo de visión, ya sentada en su escritorio, Aaron le pregunta —: ¿Evan ya llegó del almuerzo?
Él ni siquiera se detiene a esperar su respuesta, sólo continúa caminando conmigo detrás de él, llevándonos hacia su oficina.
— ¡Aún no ha llegado! — Escucho que ella grita detrás
