Pobre elfoVigésima Era después de la Guerra Sangrienta, bosque de Vesve Las estrellas brillaban eternamente en el cielo. Melidor estaba ocupado estudiando sus movimientos, esa noche los miró como nunca antes lo había hecho, sintió su energía fluyendo dentro de él, quedó embelesado por aquella belleza y supo que esos cuerpos celestes escondían secretos, quería descubrirlos todos. Como todos los elfos, era un gran guerrero pero también un erudito. Desde muy joven le fascinaron las ciencias alquímicas y, cómo su padre y su abuelo antes que él, se aplicó a la investigación. Había sido entrenado en las técnicas de combate, alquimia, arte. Se le había dado una educación estricta pero necesaria cuando era adolescente. Después de todo, era el descendiente directo del Rey Oronar, y un día toma